Postura. La presencia de los internos del ex Cereso de Gómez Palacio acentuó la falta de sentencias.
SAÚL MALDONADO
EL SIGLO DE TORREÓN
En Durango menos el 30 por ciento de la población penitenciaria no ha recibido sentencia.
Así lo aseguró el secretario de Seguridad Pública estatal, Noel Díaz Rodríguez, al refutar algunos resultados del Índice de Paz 2016, denominado "Un mapa de la evolución de la paz y los factores que la impulsan".
En dicho documento, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, se registró un incremento del 118 por ciento en la calificación obtenida por Durango en el indicador de presos sin condena.
"Teníamos los internos que traíamos del penal de Gómez Palacio que en cierto tiempo, cuando fueron trasladados mientras el Poder Judicial iniciaba los procesos o continuaba con los mismos, obviamente hubo un tiempo en que estaban en esa condición", admitió el funcionario estatal.
Sin embargo, sostuvo que "las circunstancias han cambiado completamente" y enfatizó que es donde cabría hacer la actualización que no se contempla en el Índice de Paz para poder ofrecer un panorama actual de las condiciones de seguridad y justicia que imperan en Durango.
"El índice de internos que no han sido sentenciados ha bajado muchísimo, debemos de andar en menos del 30 por ciento de la población (penitenciaria). Ese es el avance que se ha dado", enfatizó Díaz Rodríguez.
Señaló además que el estudio fue realizado antes de que se realizaran las modificaciones a los sistemas de justicia, pero que a la fecha las condiciones son distintas para la entidad.
"Es cierto, estábamos dentro de los diez estados que tenían condiciones de mayor violencia en el país en 2012; sin embargo, ahora somos de las diez entidades, de acuerdo a los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, estamos en mejores condiciones con menores índices delictivos", dijo el funcionario.
Al referir que Durango se encuentra por debajo de la media nacional en homicidios, Díaz aseguró que ninguna ciudad del estado está considerada dentro de las más violentas del país.
El siglo de torreón