Debido al costo elevado en el medicamento, que se importa de la ciudad de San Antonio, Texas, la familia de Emili prepara nuevos eventos para recaudar los fondos necesarios.
La mejoría es evidente. Luego de que la niña Emili Zoé, de dos años y siete meses de edad, enfrentara hasta 250 convulsiones al día y períodos de ausencia frecuentes, hoy es una niña sonriente que lucha por mantenerse firme y que en poco tiempo podría incluso hasta ponerse de pie, gracias al tratamiento al que fue sometida a base de cannabidiol.
Fue en enero cuando recibió por primera vez el medicamento derivado del cannabis, para tratar el síndrome de West o Lennox Gastaut que padece, y que la mantenía postrada prácticamente en cama.
Se trata de un medicamento que aunque está fabricado a base del cannabis, no contiene tetrahidrocannabinol o THC, que es la sustancia activa de la droga, y que está prohibida por las leyes mexicanas.
En noviembre Marlen Ivonne Vaquera y José de Jesús Vargas, papás de Emili, dieron a conocer su caso ante el temor de perder a su pequeña en medio de una crisis.
Hoy todo eso está a punto de quedar en un mal recuerdo. Luego de sufrir entre 200 a 250 convulsiones al día, ahora sólo ha experimentado dos en casi dos meses.
Antes estaba como "desconectada", dice Ivonne, quien agrega que ahora hasta ha ganado peso, agarra el biberón y hace hasta lo imposible para levantarse de la cama e incluso hace berrinches.
"Ya son muchos logros, es un cambio repentino que nos dio la vida".
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Debido al costo elevado en el medicamento, que se importa de la ciudad de San Antonio, Texas, la familia de Emili prepara nuevos eventos para recaudar los fondos necesarios.
