A una gran parte de las personas, sobre todo a los mayores de 40 años, no les gusta el "networking" -el networking significa acudir a actividades y eventos con el fin de incrementar la red de contactos profesionales por Internet y buscar oportunidades de negocio-. A muchas de las personas no les gusta porque los hacen sentir incómodos porque sienten que, a diferencia de una relación de tú a tú, personal, el networking los hace sentirse en contacto con personas embusteras o falsas.
Sin embargo, nos guste o no, el networking hoy se convierte en una necesidad. Está demostrado que las redes de contactos profesionales facilitan la búsqueda de empleo y las oportunidades de negocios, promueven el intercambio de conocimientos y la capacidad de innovar y también aceleran el desarrollo profesional. El construir y promover relaciones profesionales mejora nuestro desempeño en el trabajo y la satisfacción en el mismo.
Un estudio hecho a 165 abogados de una gran firma estadounidense, encontró que el éxito de estos profesionales depende en gran parte de su habilidad de relacionarse en networking tanto internamente en la empresa (para que les asignaran clientes) como externamente (para atraer clientes a la firma). Los abogados de este estudio, que no practicaban el networking, reportaban mensualmente menos horas cobrables de trabajo que sus contrapartes que si lo hacían.
Pero si el networking nos disgusta, aunque reconozcamos que no es de nuestro agrado, pero quisiéramos tener las ventajas de hacerlo, hay estrategias para que nos guste la práctica del mismo.
Enfocarse en el aprendizaje. Los psicólogos dicen que las personas tenemos uno de dos enfoques motivacionales dominantes: la promoción y la prevención. Quienes están en la promoción piensan principalmente en el crecimiento, el desarrollo y los logros que el networking les puede brindar, mientras que quienes están en el enfoque de prevención, ven el networking como algo obligatorio de hacer, por razones profesionales.
En estudios de laboratorio conducidos en Estados Unidos e Italia, se documentaron los efectos de ambos enfoques motivacionales. Las personas enfocadas en la promoción hacen networking con mucha curiosidad y mente muy abierta acerca de todas las posibilidades que ello les pudiera brindar. Las personas enfocadas en la prevención consideraban el networking como un mal necesario y se sentían poco auténticos al hacerlo, lo hacían con menos frecuencia y como resultado, logrando muy pocas ventajas.
Carol Dweck, maestra de la Universidad Stanford confirmó en su investigación que las personas pueden cambiar a voluntad los enfoques motivacionales mencionados anteriormente y pueden pasar de la prevención a la promoción para considerar el networking como una oportunidad para descubrir y aprender.
Identificar intereses comunes. Otro factor que ayuda para tener networking exitoso consiste en pensar cómo nuestros intereses y metas se pueden alinear con los intereses y metas de otras personas y cómo ello puede ayudarnos a forjar relaciones de trabajo significativas. Las relaciones potentes de networking no se hacen de la noche a la mañana a través de interacciones casuales, sino por medio de actividades altamente participativas que nos conectan con las contrapartes.
Está demostrado también que las personas establecen las conexiones más duraderas y más colaborativas cuando comparten trabajos que involucran las contribuciones personales de otros, esta interdependencia es una de las mejores fuentes de energía positiva en las relaciones profesionales.
Piense ampliamente que es lo que usted puede dar. Aun cuando no compartamos algún interés con alguien, posiblemente podemos encontrar algo valioso que podamos ofrecer si pensamos más allá de lo obvio, aunque esto no es fácil. Las personas que se sienten débiles profesionalmente, ya sea porque tienen puestos bajos o porque son parte de una minoría o por cualquier otra razón, a menudo piensan que tienen poco que ofrecer y por lo mismo, no se sienten capaces de embonar en el networking y no están conscientes de que por ello, son las personas que más se pueden beneficiar con estas interacciones en Internet.
Definir una meta u objetivo altos. El propósito primario que tienen en mente las personas que hacen networking representa otro factor que afecta el interés y la efectividad de las personas que lo hacen. Cualquier actividad de trabajo se hace más atractiva cuando se le encadena a una meta alta.
Una gran mayoría de las personas tiene emociones o sentimientos contrapuestos acerca del networking. Sabemos que es crítico para nuestro éxito profesional, pero a menudo lo encontramos difícil de practicar e incómodo al hacerlo. Cambiar nuestro enfoque motivacional de prevención a promoción, identificando y explorando intereses comunes con otras personas, nos ayudará a identificar lo mucho que podemos ofrecer para lograr que el networking sea fructífero para todas las personas que intervienen en estas relaciones virtuales.
Sin embargo, nos guste o no, el networking hoy se convierte en una necesidad. Está demostrado que las redes de contactos profesionales facilitan la búsqueda de empleo y las oportunidades de negocios, promueven el intercambio de conocimientos y la capacidad de innovar y también aceleran el desarrollo profesional.
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