Defensa. Claudia Ruiz Massieu indicó que hay un compromiso indeclinable del gobierno federal con los derechos humanos. (EL UNIVERSAL)
La secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, dijo que el gobierno no comparte algunas metodologías con las que se elaboró el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que asegura que México "atraviesa una crisis de derechos humanos" en un contexto de violencia e inseguridad desde hace varios años.
En conferencia de prensa, después de una reunión con diputados del PRI y del Partido Verde en San Lázaro, Ruiz Massieu expuso que todo informe debe ser objetivo y equilibrado, por lo que tiene que incluir el reconocimiento de los resultados, avances, y el nivel de compromiso que ha tenido el gobierno de México.
"Esa es nuestra posición y la vamos a seguir manteniendo, porque estamos también muy claros de que el Estado mexicano durante décadas ha invertido una enorme voluntad y un enorme compromiso para construir instituciones de promoción y defensa de los derechos humanos, para construir un sistema que los haga efectivos, para construir capacidades que nos den certidumbre de avanzar en esta agenda, y vamos a seguir trabajando en ello".
La diplomática indicó que hay un compromiso indeclinable del gobierno federal con los derechos humanos, donde se expresa la apertura del escrutinio, en este caso de las instancias regionales de derechos humanos. Describió que México es un país abierto al escrutinio internacional y aseguró que en todos los ámbitos y foros el país participa de manera activa en la construcción de agendas y sistemas de derechos humanos a nivel global y regional.
"Con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hemos tenido convicción de colaboración, de compartir la información que nos han requerido y que nos han pedido", dijo la canciller.
‘Reaccionó mal con la CIDH’
México reaccionó de forma inadecuada ante el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y evidencia que no admite las críticas sobre el tema de las garantías individuales, coinciden en señalar especialistas en derechos humanos, que plantean la necesidad de que el gobierno federal acepte los diagnósticos de organismos internacionales sobre los desafíos y problemas que se enfrentan, para realizar cambios que beneficien a los habitantes y se revierta la mala imagen del país a nivel internacional. Coincidieron en que la respuesta del gobierno mexicano a los señalamientos de la CIDH generó una confrontación innecesaria, que no permite tener un diálogo abierto, cuando además existen otros organismos internacionales que apuntan en el mismo sentido sobre la grave situación en la materia que vive el país.
En entrevista, Miguel Sarre Iguíniz, maestro en Derechos Humanos de la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos; Luis de la Barreda Solórzano, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Armando Rodríguez Luna, integrante e investigador del Colectivo de Análisis para la Seguridad con Democracia (Casede), opinan sobre el documento y la respuesta del gobierno.
Así también, José Antonio Guevara, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH); Édgar Cortez, integrante del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), y Juan Carlos Gutiérrez, coordinador general de Litigio Estratégico en Derechos Humanos (IDHEAS).
"Es como la respuesta inicial que tiene una persona al tener algún tipo de mal y que pasa por la etapa de negación. El gobierno está en ella, no está abierto a la crítica. Hay un consenso inmediato de las áreas de gobierno para dar un informe que confronta", dijo Sarre Iguíniz.
Señalados
El informe de la CIDH, que se presentó en Washington, establece:
⇒ México "atraviesa una crisis de derechos humanos" en un contexto de violencia e inseguridad que persiste desde hace varios años, marcado por altos niveles de impunidad.
⇒ Este es documento con serias críticas al papel "deficiente" de las autoridades de nuestro país.