Hoy convertidos en adultos profesionistas, estos jugadores laguneros pusieron la semilla para la rivalidad futbolística IFL.
Tras una larga espera de más de 5 meses, todo está listo para que se celebre el partido "de vuelta" que definirá al ganador del "Trofeo del Recuerdo", galardón que se disputan los equipos de exalumnos de la escuela Carlos Pereyra y del Instituto Francés de La Laguna, quienes hace más de dos décadas comenzaron una atractiva y tradicional rivalidad en la disciplina del futbol soccer estudiantil.
JUGARÁN EN EL FRANCÉS
El encuentro se escenificará este sábado 7 de mayo en punto de las 16:00 horas en la cancha del IFL, ubicado en Gómez Palacio, donde se vivirá un gran ambiente de nostalgia y camaradería entre los jugadores, familiares y público en general.
Los Lobos de la Pereyra están obligados a "hacer el gasto" en la casa de los originales Leones, pues el equipo jesuita cayó en el primer encuentro por marcador de 3 goles a 1, lo que les obliga a remontar el resultado global y salir ganadores por 2 goles de diferencia para forzar la serie de penales, o bien, ganar por un marcador más abultado para quedarse con el trofeo de manera definitiva. A los exalumnos del Francés, por su parte, les basta con ganar por cualquier marcador, empatar o incluso hasta perdiendo por 1 gol de diferencia, podrán quedarse con el trofeo.
JUEGO DE IDA
En el primer partido de la serie, celebrado durante el pasado mes de octubre en la cancha sintética del nuevo campus de la Pereyra, los Leones tuvieron como figura a Hugo Cavanzón, quien marcó un doblete para llevar a su equipo a la victoria, mientras que Sergio Guerra, por la vía del penalti, logró la anotación restante para el IFL. Por Pereyra descontó Ernesto Pérez, quien se reporta listo, al igual que el resto de sus compañeros, para dejar todo en la cancha con el objetivo de remontar el marcador parcial adverso. Al finalizar el partido de esta tarde se realizará la ceremonia de entrega de trofeo, y posteriormente los jugadores y sus familias tendrán una convivencia en la que compartirán el pan y la sal, además de las anécdotas deportivas que hace más de dos décadas pusieron los cimientos para esta gran rivalidad entre la Pereyra y el Francés.