Apoya a expresidente. En rueda de prensa la presidenta, Dilma Rousseff, se refirió al caso Petrobras y su relación con Lula. (AP)
La petición de prisión preventiva contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva alimentó aún más la crisis política en el país y añadió incertidumbre sobre el futuro del exmandatario, del Gobierno y de su sucesora, Dilma Rousseff.
Lula pasó buena parte del día reunido con sus abogados y con compañeros del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) para analizar tanto su situación como la crisis que enfrenta el Gobierno de su ahijada política.
El expresidente insiste en que la Fiscalía no tiene base para solicitar su prisión preventiva y denuncia que la decisión esconde una maniobra política.
La Fiscalía de Sao Paulo, en una investigación paralela al escándalo por corrupción en Petrobras, considera que Lula debe ingresar en prisión por los presuntos delitos de lavado de dinero y falsificación de documentos en relación a un apartamento que está a nombre de una constructora implicada en el caso de la petrolera.
En la denuncia, firmada por tres fiscales, se acusa a Lula y a su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, de ocultar que son dueños de un apartamento de lujo en la playa de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, y que no figura en sus declaraciones de la renta.
El apartamento está a nombre de la constructora OAS, investigada en el caso Petrobras, que adquirió en 2009 el edificio que había sido construido por un sindicato vinculado al PT, fundado por Lula y en el que también milita Rousseff.
Los términos de la denuncia de la Fiscalía de Sao Paulo, cuestionada desde distintos sectores de la Justicia, incluye en su texto párrafos que rozan el surrealismo, desde las alusiones al "Superhombre" del Zaratustra de Nieztche hasta errores de bulto, como confundir a Hegel con Engels.
Uno de los que salió en su defensa fue el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, destituido en 2012 en un juicio parlamentario y quien visitó a Lula en Sao Paulo.
Para la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tampoco hay duda de que la denuncia esconde elementos políticos.
"El Gobierno repudia el acto practicado contra el (ex)presidente Lula", dijo ayer Rousseff en una rueda de prensa en el palacio de Planalto. La petición de la Fiscalía "sobrepasa el sentido común" y es un "acto de injusticia", sobre todo debido al bagaje político de Lula y por el "respeto internacional" del que goza, añadió.
En medio de un mar de rumores sobre su futuro político, la presidenta aprovechó para advertir que no piensa renunciar a su cargo.
"Creo que solicitar mi renuncia es reconocer que no existe base para el impeachment" (juicio político con fines de destitución), dijo.
Enfrenta Brasil crisis sistémica
La profunda crisis política, que podría llevar al fin precipitado del mandato de Dilma Rousseff, la recesión económica y los escándalos de corrupción al más alto nivel amenazan con una "crisis sistémica" a Brasil, país en donde en cinco meses se celebrarán los Juegos Olímpicos cuyo éxito organizativo está también en tela de juicio.
"Vivimos una crisis absolutamente indescriptible", explicó el profesor Thales Castro, de la Universidad Católica de Pernambuco, estado del noreste de Brasil.
Castro señaló que la Operación Lava Jato, que ha provocado la investigación o imputación de más de medio centenar de políticos de primer nivel y ha destapado una macrotrama de corrupción y desvíos en torno a la petrolera estatal Petrobras, supone una "limpieza ética en un sistema político presidencialista" que considera agotado y en "crisis sistémica".
Coincide en este diagnóstico el profesor Paulo Kramer, analista de riesgo político y profesor de Ciencia Política de la Universidad de Brasilia, para quien el problema de la corrupción se debe al nombramiento a dedo "de cargos políticos en empresas estatales y en el Ejecutivo para formar una coalición parlamentaria".
"Esto se ha convertido en un capitalismo de amigos. En Europa los sistemas presidencialistas están más acotados porque la burocracia es mucho más profesionalizada", agregó Kramer, muy crítico con el Gobierno actual.