Apuesta. El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (i); el senador Romero Jucca (c) y el exministro de la Aviación Civil, Eliseu Padilha (d), celebran el rompimiento del PMDB con Dilma.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal miembro de la coalición gubernamental de Brasil, anunció ayer su "retirada" del gobierno de Dilma Rousseff, lo que acelera la crisis del Ejecutivo.
En una breve votación del directorio nacional, celebrada la tarde de este martes en Brasilia, el PMDB votó por unanimidad salir del gobierno de Rousseff, dejar los cargos que ocupa y no vincular sus votaciones en el Legislativo al Ejecutivo.
"A partir de hoy, en esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país está autorizado a ejercer cualquier cargo federal en nombre del PMDB", dijo el senador Romero Jucá.
La sesión estuvo marcada por los gritos de "óFuera Partido de los Trabajadores (PT)!". con el que el PMDB hizo coalición, luego de ser la formación más votada en las pasadas elecciones brasileñas.
La salida del PMDB -que controla 69 de los 513 escaños de la Cámara Baja- supone un duro golpe para Rousseff, que tiene ahora más difícil reunir votos en el Legislativo para sacar adelante sus proyectos gubernamentales, así como impedir el eventual avance de su destitución por juicio político.
Los seis ministros del PMDB en el gobierno (Minas y Energía, Salud, Agricultura, Puertos, Aviación Civil y Ciencia y Tecnología) deberán dejar sus cargos en las próximas horas o días, según la formación.
Sin embargo, algunos analistas estimaron que puede haber "disidentes" que opten por mantener sus cargos.
Otras formaciones menores de la coalición también estudian dejar de prestar apoyo incondicional al gobierno de la presidenta, lo que agravaría aún más la situación política de Brasil, que vive una de sus peores crisis políticas en 25 años.
La salida del PMDB supone, asimismo, un distanciamiento aún mayor entre la mandataria y su número dos, Michel Temer, a quien el sistema político brasileño permite paradójicamente seguir en el Ejecutivo aunque su formación haya roto la coalición.
La ruptura, que desde hace semanas era un rumor, se produce en un momento clave y estratégico para el PMDB, ya que si el proceso de juicio político desemboca en la destitución de Rousseff -algo que podría pasar en cuestión de semanas- quien asumiría la jefatura del Estado hasta las elecciones presidenciales de 2018 sería el vicepresidente Temer, líder del partido.
Cancela viaje a cumbre
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que evaluaba la posibilidad de asistir a la Cumbre Nuclear que se celebrará esta semana en Washington, ha cancelado definitivamente su viaje tras el agravamiento de la crisis política que sufre su Gobierno.
Fuentes oficiales dijeron que, si bien aún no había sido totalmente confirmado, Rousseff tenía planes de asistir a la Cumbre Nuclear, que se realizará en la capital estadounidense los próximos jueves y viernes.
Sin embargo, después de que ayer el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidió romper con el Gobierno, la mandataria optó por no abandonar el país.
El PMDB es la principal fuerza política del país y es liderada por el vicepresidente Michel Temer, quien habría asumido el cargo en forma interina si Rousseff viajaba a Washington.
Temer también es el primero en la línea sucesoria en caso de que Rousseff sea destituida si prospera un juicio político que la oposición promueve en el Congreso. La ruptura fue anunciada en una reunión de la dirección nacional del PMDB, cuyos dirigentes saludaron la decisión al grito de “Brasil presente, Temer presidente”, que dio a entender que esa formación pasará a apoyar en forma abierta el proceso contra Rousseff.