No estaba previsto que Francisco hablara en público el día de su arribo a México, pero se acercó a la multitud y aceptó dos rosas blancas antes de tomar un micrófono. (TWITTER)
Visiblemente cansado, el papa Francisco salió a saludar a los feligreses que lo esperaban a las afueras de la Nunciatura acompañado por algunos jerarcas de la iglesia Católica mexicana. Fue recibido entre gritos de júbilo mientras los saludaba con la mano, menos de una hora después de que llegará al lugar.
No estaba previsto que Francisco hablara en público el día de su arribo a México, pero se acercó a la multitud y aceptó dos rosas blancas antes de tomar un micrófono.
Rezó con quienes estaban allí reunidos y dijo "saben que mañana es sábado, día medio libre, domingo, día libre.... y tenemos que estar descansados".
También pidió a los feligreses que antes de irse a dormir vieran a la Virgen para "recordarles estos rostros, las personas que nos quieren, a las que queremos, a las que no queremos, a las que no nos quieren, y a las que nos han hecho daño".