Le dicen adiós. Miles de personas asistieron a la ceremonia de despedida a Fidel Castro.
El nombre y la figura de Fidel Castro no serán utilizados para denominar lugares públicos, calles o plazas ni se erigirán en su memoria monumentos, bustos o estatuas por expreso deseo del fallecido líder revolucionario, según dijo ayer su hermano y presidente de Cuba, Raúl Castro.
"El líder de la Revolución rechazaba cualquier tipo de manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta sus últimas horas de vida", afirmó Raúl Castro en un discurso durante el último acto de homenaje a Fidel, celebrado en la ciudad oriental de Santiago de Cuba. Según el presidente cubano, la voluntad de su hermano ha sido que, tras su muerte, su nombre y su figura nunca sean utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, calles, avenidas o sitios públicos.
Miles de personas asistieron esta noche en la Plaza de la Revolución "Antonio Maceo" de Santiago de Cuba al último acto masivo para despedir a Fidel Castro, cuyas cenizas serán depositadas mañana en el cementerio de Santa Ifigenia de esa ciudad, considerada la cuna de la Revolución cubana. Las cenizas del exmandatario partieron de La Habana el pasado miércoles en un cortejo fúnebre por toda la isla hasta llegar ayer a Santiago, el recorrido inverso de la "Caravana de la Libertad" que hicieron los guerrilleros del Ejército Rebelde comandado por Fidel en enero de 1959 al triunfo de la Revolución.
El acto multitudinario de despedida en Santiago cerró con el último discurso que Raúl Castro dedica a su hermano en los nueve días de actos fúnebres que se decretaron desde su muerte, el 25 de noviembre a los 90 años.
Para este último adiós a Fidel, también intervinieron representantes de las organizaciones sociales oficialistas como la Central Nacional de Trabajadores, la Federación de Mujeres Cubanas, la Federación de Estudiantes Universitarios o la Unión de Jóvenes Comunistas.
Entre los invitados al acto en Santiago, cuna de la Revolución, figuran personalidades que fueron amigos personales de Fidel como los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales; los expresidentes de Brasil, Lula da Silva y Dilma Rousseff, o el futbolista argentino Diego Maradona.
BAJAN DE LAS MONTAñAS PARA DESPEDIRLO
A unos kilómetros de Santiago, donde existen pocas casas, la gente bajó de las montañas y copó la carretera central para despedir a su líder, el dirigente cubano Fidel Castro, cuyos restos serán enterrados en la cuna de la Revolución.
"Yo soy Fidel", la recurrente consigna en Cuba desde la muerte de Castro el pasado 25 de noviembre, fue la constante en gritos y pancartas portadas por los miles de cubanos que esperaron en Santiago por varias horas la llegada del cortejo fúnebre. De esa manera culminó un recorrido de más de mil kilómetros, desde La Habana a Santiago, con el fin de sepultar los restos de Fidel ayer domingo en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago.
En medio de un duelo de nueve días que finaliza hoy, aceptaron sin mayores objeciones la suspensión de venta de cerveza y ron y de las actividades de esparcimiento, con el fin de honrar a su líder, a quien algunos llaman "padre" o "comandante invicto". Apenas vieron el carro militar con la urna fúnebre, los gritos "Yo soy Fidel" se volvieron apoteósicos, aunque sólo fue un segundo que el cortejo pasó frente a sus ojos.
Minutos antes de que llegara la llamada "Caravana de la Libertad" en Santiago, empezó a caer una ligera llovizna que sólo hizo más calurosa la mañana. Un residente recordó que "siempre que Fidel llegaba a Santiago, llovía. Ahora el cielo llora su muerte".