¿Por qué siempre ganan los mismos? Es la pregunta que casi todos nos hacemos al final de un Mundial, de una Copa América o de una Euro después de ver que Brasil, Argentina, Alemania e Italia son casi siempre las naciones que llegan a la fase final del torneo en turno.
El economista Stefan Szymanski y el periodista Simon Kuper se conocieron en 2007 y se hicieron la misma pregunta en Estambul mientras impartían conferencias por el centenario del Fenerbahce.
Luego de intercambiar sus puntos de vista y darse cuenta de que coincidían en sus ideas, decidieron escribir "Soccernomics", un libro que gracias a su visión económica y estadística del futbol se volvió un éxito en Europa.
En "El futbol es así" -título en español del libro- se detalla gracias a estadísticas y análisis numéricos que, por ejemplo, los jugadores rubios suelen ser más caros porque sólo por su color de pelo llaman más la atención de los scouters. Además, que las posibilidades de un jugador de ser fichado por un club europeo varían de acuerdo a su lugar de origen, es decir, un brasileño o un argentino de la misma calidad de un mexicano tiene más chances de emigrar al Viejo Continente sólo por haber nacido en Sudamérica.
Los autores de la publicación sostienen que generalmente los nuevos entrenadores, al llegar a un club suelen malgastar el dinero en grandes fichajes que dejen boquiabierta a la afición, sin embargo, en muy pocas ocasiones obtienen el título de la liga. El futbol no siempre hace justicia financiera.
¿Pero entonces por qué los países europeos se beneficiaron con un despunte en su nivel de juego? De acuerdo con Stefan y Simon, se debe a que gracias al clima europeo, la mayor parte del territorio es fértil. Esto ocasiona que un buen número de personas pueblen un espacio geográfico reducido. La cercanía entre naciones, el intercambio de experiencias y el roce internacional es el secreto del futbol europeo.
Pero ¿entonces qué necesita un país para crecer futbolísticamente? Szymanski y Kuper sostienen que el tamaño de la población es determinante. Entre más personas hay, mayores son las posibilidades de escoger talentos. Pero, también el PIB juega un papel fundamental, pues de poco sirve que un país tenga más de cien millones de habitantes si la mayoría debe trabajar largas jornadas para sobrevivir en lugar de practicar el balompié. Que la clase media sea mayoría en un país es fundamental. Por último, cultura, experiencia y la posibilidad de enfrentar a rivales de élite.
Gracias a los datos que proporciona "Soccernomics", podemos concluir que si México quiere trascender en el futbol mundial, primero debe mejorar su economía y olvidarse de los "partidos moleros".
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