"¿Claudio Ranieri, de verdad?", escribió Gary Lineker, histórico exjugador de la selección de Inglaterra cuando el club de sus amores, Leicester City FC anunció al italiano como nuevo estratega del club en búsqueda de evitar el descenso.
A pesar de haber estado al frente de equipos grandes de Europa como la Juventus, Inter, Valencia y Chelsea, Ranieri cuenta con un palmarés más bien modesto y tenía casi un año inactivo luego de haber sido destituido de su puesto en la dirección técnica de la Selección de Grecia tras sólo conseguir un punto en las primeras cuatro jornadas de la eliminatoria rumbo a la Euro2016.
Aun así, el magnate tailandés Vichai Srivaddhanaprabha confió en él para encabezar el proyecto deportivo de los Foxes, que como objetivo primordial tenía mantener la categoría. Haciendo piruetas contables armaron un equipo competitivo sin fichajes ostentosos, de hecho, seis jugadores arribaron a Leicester sin costo. Christian Fuchs, el ex portero del Chelsea Mark Schwarzer, el ex lateral del Aston Villa Marc Albrighton así como Marcin Wasilewski llegaron al club como agentes libres. Andy King y Jeffrey Schlupp fueron extraídos de sus fuerzas básicas.
Los mayores desembolsos del club fueron por el japonés Shinji Okazaki (11 millones de euros), al que fichó del Maguncia, y por el francés N'Golo Kanté que costó 9 millones de euros. Riyad Mahrez y Jamie Vardy se convirtieron en referentes de los Foxes y en conjunto costaron 2.1 millones de dólares al club.
En total la plantilla del Leicester no supera los 55 millones de euros, nada comparado a los gastos estratosféricos que hacen clubes como el Chelsea, y Manchester City que cuentan con una cartera sin fondo. La plantilla del Manchester United, por ejemplo, está valuada en 450 millones de dólares.
Ranieri, un técnico rescatado de la jubilación, armó un equipo con jugadores despreciados y en el olvido, les devolvió la confianza y la alegría por jugar al futbol. Faltando 2 jornadas para que termine la competencia inglesa, los Foxes han acumulado 22 victorias, 11 empates y sólo 3 derrotas. Y aunque no pudo ser en Old Trafford, el sueño de una pequeña ciudad de apenas 441,213 habitantes tuvo final de cuento de hadas. Luego de 132 años de historia, el Leicester City es el nuevo rey de Inglaterra.
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