Cuatro minutos le bastaron a Martín Bravo para demostrarle a Zubeldía que debe acompañar en el ataque al recién llegado Jonathan Rodríguez. Ingresó al minuto 35 y sólo 4 después contribuyó para que el charrúa definiera sin marca frente al arco para poner el primero de Santos.
Desde la salida del Pulpo, Zubeldía no ha querido hacer jugar a su equipo. Parece que gasta más tiempo ideando cómo evidenciar a la directiva que dejó ir a su pilar en el medio terreno. Este domingo, Armenteros fue colocado en la vacante dejada por Diego Hérnan y como era de esperarse, Emiliano pasó inadvertido durante el encuentro.
Luis afirma que con Armenteros al lado de Molina se ganó en salida, y puede ser, pero se perdió en recuperación de balón. El equipo lució partido y quienes recibieron la carga de trabajo extra fueron los zagueros albiverdes, que hicieron una buena labor hasta la lesión de Néstor Araujo, que por obvias razones bajó su rendimiento en la cancha y vino la debacle.
"El Gladiador" Zubeldía afirma que cuando estén disponibles Hinestroza y Cuero, el ataque albiverde se verá beneficiado pues son ellos quienes asistirán de balones al Cabecita desde las bandas. El problema es que no los tiene en el campo y aun así manda a Rodríguez a combatir en solitario a sus oponentes. Labor casi imposible.
Para meter a Bravo, tuvo que sacrificar a Álvarez e improvisar a Gael Sandoval en una posición desconocida para el juvenil. Contrario a lo que pudiera parecer, el "Patroncito" no fue quien terminó exhibido, sino el propio Zubeldía que debió ajustar su mal planteamiento inicial.
Es cierto que se han presentado inconvenientes inesperados: lesiones, salidas, novelas como la que comenzó la semana anterior entre Marchesín y Boca Juniors, bajas por convocatoria a Juegos Olímpicos, entre otras, pero Luis debe tener la capacidad de maniobrar en la tormenta e izar las velas del barco santista para llevarlo a buen puerto. Es un técnico inteligente, pero debe poner su atención en lo que ahora tiene, reinventar (no improvisar) su estrategia o morir en el intento.
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