Santos Laguna terminó pagando por no haber reforzado su línea ofensiva. Para la mayoría de los aficionados albiverdes y también para quienes externamos una opinión frente a un micrófono, con una pluma o frente a la cámara, resulta bastante evidente que el aparato ofensivo de los Guerreros necesita un delantero de esos llamados 'killers'.
Martín Bravo con su pundonor dio la cara por sus compañeros al ataque pero no fue suficiente. Jonathan Rodríguez ha mostrado buenas cosas y se ha destacado en la ofensiva pero tampoco basta.
Santos necesita de manera urgente un cazador de cepa, de ésos que se mueven en la cancha no en función de lo que sucede sino de lo que podría pasar. De ésos que son indiferentes a la jugada en la banda pero se paran en el área justo donde el aire huele a venado. Un referente.
Traer jugadores con cualidades y poco cartel a desarrollarse no es malo, lo que sí es malo es traerlos a todos de un jalón. Hinestroza, Cuero, Rodríguez, el mismo Andrade son futbolistas de buenas condiciones, pero ninguno con la experiencia necesaria para afrontar el reto que hoy enfrenta Santos, enfocarse en la lucha por evitar el descenso.
Los Guerreros tuvieron dos años para experimentar trayendo a jóvenes promesas, pero el colchón de la tabla de cocientes se acabó. Los refuerzos de calidad probada deben comenzar a llegar para evitar que se hunda el barco.
Delatorremarquez@gmail.com