Once años pasaron para que la NFL regresara a nuestro país. Once años en que la NFL había decidido voltear hacia otras latitudes en búsqueda de llevar el espectáculo del futbol americano más allá de nuestro continente. Específicamente a Inglaterra.
Pero regresaron, y lo hicieron de manera triunfal. Desde mediados de año en que se informó que la gama del Estadio Azteca recibiría un juego de temporada oficial comenzó la expectativa. Por un lado, el regreso de los Raiders. Uno de los equipos con más fanáticos en suelo mexicano. Que habían vivido su última etapa de gloria en la época de Rich Gannon y para sorpresa de muchos arribaron a suelo mexicano con una marca de 7-2. Era sin duda el presagio de un buen duelo en el teatro con escenario de alfombra verde en que se transformó el Coloso de Santa Úrsula.
Los malosos tuvieron enfrente a los Texans. Un equipo "nuevo" en la liga pero con la suficiente garra para sumar adeptos más allá de Houston gracias a la defensa espectacular dirigida por JJ Watt a pesar de su ausencia por lesión.
Todo pudo haber sido fantástico, la mesa estaba servida: una gran exposición en Chapultepec con miles de visitantes, aficionados mexicanos desbordando su pasión en la tribuna y… también aparecieron los de siempre. Los luciditos. Los que quieren hacerse los graciosos y se convierten en el prietito del arroz.
Desde que tengo memoria, los aficionados de la NFL en México han hecho menos a los "panaderos" (término despectivo que usan para referirse a los "pamboleros" o aficionados al futbol), que si el "soccer" es un deporte bananero, que si sus fans son relacionados con poca o nula cultura y demás expresiones degradantes. Pero este lunes tuvieron la oportunidad de demostrar que efectivamente, tenían la razón en sus acusaciones y comportarse de manera excelsa, pero no lo hicieron. A la primera oportunidad salió a relucir el famoso grito que se escucha cuando despeja el portero rival. A la primera oportunidad se observó la luz del láser que incomoda al jugador en el campo.
En México, ir a eventos como la F1, NFL, UFC y demás es una validación. Como comprar un café en Starbucks y no en las gorditas de la Blanco, aunque este último sepa mejor. Como escribir posts en Facebook en inglés, aunque tus lectores hablen español. Como hacer filas larguísimas para comprar donas Krispy Kreme. A fin de cuentas, demostraron que para México, el primer mundo sigue siendo una utopía.
delatorremarquez@gmail.com