Para quienes encuentran en el rock la misma pasión que sienten por el futbol, resulta interesante descubrir que estas dos aficiones lejos de repelerse, se han complementado la una a la otra a lo largo de los años. Como muestra está la historia de Rivers Cuomo y su afición por el Veracruz, que contamos en este mismo espacio el año pasado.
Pero no es el único caso en que un rockero y el futbol se unen para forjar historias.
En 1981, poco antes de que la Guerra de Las Malvinas iniciara, la mítica banda inglesa de rock Queen se presentó en el Estadio de Vélez, en Buenos Aires.
Mientras Freddie Mercury deleitaba a sus fans sudamericanos, de manera inesperada apareció en el escenario el mismísimo Diego Armando Maradona sosteniendo un balón con sus manos.
El Diego tomó el micrófono y dirigió algunas palabras para los rockeros, "quiero agradecer a Freddie y a los Queen… y ahora, otro muerde el polvo", sentenció mientras el bajo y la batería comenzaron a tocar el inconfundible ritmo de Another One Bites The Dust.
El público argentino estalló en júbilo mientras Mercury cantaba y el Pelusa dominaba un balón a su lado. Ingleses y argentinos disfrutando del rock y el futbol a tan sólo unos meses del inicio de la guerra.
Al término del recital, con la bandera del Reino Unido estampada en su playera, Maradona y Mercury que lucía la albiceleste se fotografiaron junto a los demás miembros de la legendaria agrupación de rock inglesa.
Nadie podría imaginar que unos meses después estallaría una guerra, unos años luego vendría "La mano de Dios", y que Diego no mordería el polvo, sino que lo inhalaría.
Este no es el único momento en que Queen se ha envuelto en sucesos que quedan para la posteridad en donde el futbol está de por medio. La canción We Are The Champions fue compuesta por Mercury para el Manchester United y su impacto ha sido tal, que se convirtió en un himno universal para entonar mientras se premia al ganador de cualquier competencia deportiva.
Hablando de grandes bandas que mezclan la música con su afición por el juego, no podemos olvidarnos de Pink Floyd, que sin ninguna duda debe ser considerada una de las grandes bandas del mundo gracias a su inconfundible sonido. Sin embargo, una de sus anécdotas más peculiares es que en los años setenta, contaban con su propio equipo de futbol, el Pink Floyd FC.
Nick Mason cuenta en su libro "Dentro de Pink Floyd" que Roger Waters era el portero y que no atajaba nada mal, mientras los demás miembros de la banda se repartían dentro del campo y también tenían técnica para chutar balones.
Si alguna vez soñaron con asistir a un concierto de la banda ¿se imaginan echarse una pica de "gol gana" con Pink Floyd?
Fearless, canción de 1971 de esta banda británica incluye cánticos de aficionados del Liverpool. Su sonido y su mística la convirtieron en un referente obligado para quienes gustan de la buena música y del balompié.
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