Y una vez más se volvió a extinguir el sueño de ganar la Liga de Campeones de la Concacaf, o como los mortales la conocemos, Concachampions.
Santos apretó y estuvo cerca pero más por chispazos que por juego, en lo particular creo que Agustín Marchesín fue el que mantuvo en el juego a los laguneros, con dos atajadas que evitaron la ventaja para el América, y mantuvo el juego abierto dentro de los 90 minutos.
Lo de Martín Bravo vino más de la viveza del delantero, al sacar el balón cuando Pablo Aguilar comete el error de salir jugando en lugar de reventar, el santista intentó de forma adecuada con su disparo que encontró el larguero, aunque también se debe destacar el buen achique de Moisés Muñoz que le quita un tiempo a la definición.
Esa llegada generó un golpe anímico positivo para la afición santista, sin embargo fue segundos antes del medio tiempo, por lo que se apagó y la historia fue diferente en la segunda mitad, donde comenzaron a pesarle las piernas a los de Torreón, claramente Bravo y Rabello llegaron un punto donde ya no podían aportar, cerca del minuto 65, pero Zubeldía vio la película diferente, al intentar dominar la media cuando estaba en un juego de 'toma y daca', que a mi parecer se comenzaba a equilibrar a favor de los Guerreros.
En el minuto 87, con el cansancio encima vino un golpe anímico más para Santos, la expulsión de Darwin, que te dejaba ante 10 hombres y con un partido ganable, sino en los 90, en los 120.
Quitando la falla de Marche, creo que pesó la altura, el desgaste y la contaminación para Santos, claro que son condiciones para los dos, pero por más poco que sea, el América está más acostumbrado a ellas.
De Marchesín qué puedo decir, se equivocó en un momento clave, en el menos pensado, pero si cada partido te saca dos seguras de gol y le da el empuje al equipo con su actitud, no puedes echarlo a la hoguera por ese error, por más que era semifinal y el posible pase a la final, no se le puede crucificar por el error, si mil veces hemos gritado como goles sus magníficas atajadas. Le reconozco el carácter que tiene, de horas después mediante redes sociales aceptar su falla, reconocer, agradecer el apoyo y cambiar casete para seguir adelante, tal como debe de ser, ése era más mi miedo, el que se nos cayera anímicamente y tuviera un bajón, pero con su simple actitud ha sacado a relucir que es un hombre de una sola pieza y que no se va a ningún lado, ¡Aguante Marche!
Hasta aquí llegamos por este viernes, hoy por la noche todos al Corona para ver la victoria de Santos sobre los Tiburones de Veracruz, Nos leemos en @Hiram_07 y vía correo electrónico. Que tengan un excelente fin de semana.
alcalajh@hotmail.com
