Estamos cumpliendo la primera semana completa de temporada en la Liga Mexicana de Beisbol y como es costumbre en su majestad el Beisbol, ya hay muchísimas situaciones por comentar y analizar, debido a que ningún otro deporte posee esa riqueza estadística que existe en El Rey y paradójicamente, aunque los números no son discutibles, sí se pueden interpretar desde diferentes ópticas y generar variadas opiniones.
Vaqueros ha arrancado con división de honores en la mini serie inaugural en Aguascalientes y posteriormente perdió en casa una serie muy cerrada ante los Diablos Rojos de México, ante los que el equipo naranja pagó caro los errores cometidos y es por ello que se llevó par de dolorosos descalabros ante un estadio que registró excelentes entradas. Errores en la defensa marcaron el primer duelo, en el que Laguna cometió un total de 4 pecados y dar ventaja a un Line Up tan peligroso como el escarlata, es hacerse "harakiri".
El segundo juego fue el mejor ejecutado por los de Mario Mendoza, excelente salida de Felipe Arredondo, demostrando que tiene los tamaños suficientes para ser un abridor muy confiable, aunque desafortunadamente no se llevó una victoria que tenía ya merecida, pues el velocista venezolano José Ortega tuvo su segundo relevo titubeante y permitió que le empataran el juego en el octavo acto. Los cambios le funcionaron a la perfección a Mendoza y Tony Peña logró un rescate con esa efectividad a la que nos tiene acostumbrados.
El tercer encuentro también resultó bastante bueno, duelo de pitcheo entretenido que se decidió por un cañonazo de Iván Terrazas ante Alejandro Astorga, que también tuvo una sólida apertura. Dos aspectos fueron los que marcaron al Vaqueros para caer en esos dos encuentros que perdió: ejecución de los fundamentos y sobre todo, bateo oportuno. Se desperdiciaron casas llenas al no llegar el tablazo "matón", incluso en el juego que se ganó llegaron las dos carreras con casa llena.
Ya muchos aficionados claman por la llegada de un cuarto bat natural, de ésos que intimidan al solamente pararse en el cajón de bateadores, un cañonero de poder y de largo alcance, para que entiendan. Francisco Méndez y Juan Carlos Linares son quienes intentan realizar esa función y ciertamente ambos tienen poder, pero no son de esos llamados "tumba bardas" que engrosan su estadística de cuadrangulares. Al momento no se vislumbra alguna novedad en ese sentido, pero de acuerdo a lo declarado durante la pretemporada, al encontrar algunos huecos, de inmediato directiva y mánager comenzarían a buscar opciones para tener un equipo balanceado. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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