La humillación por el discurso de Donald Trump parece no ser impedimento para los negocios. (ARCHIVO)
Los insultos y la humillación lanzados por Donald Trump durante su campaña presidencial en contra del pueblo mexicano, no es impedimento para que la firma Cementos Chihuahua pretenda colaborar en el levantamiento el muro fronterizo y beneficiarse con el mercado estadounidense.
“No podemos ser selectivos. Tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados”, ha señalado la empresa mexicana según una nota publicada este miércoles por el diario El País.
Aunque Trump como presidente electo ha bajado levemente el tono de su polémico proyecto, al indicar que algunas partes del muro podría ser una valla, a la cementera le convendría más que finalmente cumpliera su promesa y la barrera fuera alta, gruesa y de hormigón armado.
Justamente el desierto fronterizo de Chihuahua, estado donde tiene sede la empresa, es precisamente una de las zonas donde no hay pared, ya que la llanura desértica sirve de impedimento natural para el cruce de inmigrantes.
"Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria", dijo Enrique Escalante, director general de la compañía que tiene el 70 por ciento de sus negocios en Estados Unidos.
De esta forma, a diferencia de otras empresas, Cementos Chihuahua confía en que la llegada del republicano a la Casa Blanca le dé un impulso a sus negocios en ese país, al verse beneficiados de una mayor inversión en infraestructura y un impulso a la producción de petróleo.