Una enorme grieta se originó en la carretera Madero- Finisterre-La Rosita. Es una falla geológica que se detectó desde hace muchos años, pero debido a las lluvias que se presentaron la madrugada de ayer viernes el suelo se reblandeció, provocando que la tierra se 'abriera' en una superficie de alrededor de 150 metros de largo y poco más de un metro de profundidad, y en algunos espacios el diámetro del hoyo era de alrededor de un metro y medio.
La falla geológica se localiza en el kilómetro 18 de la carretera antes mencionada, entre el ejido Batopilas y el establo Lanchares, e impidió el paso de camiones de carga, de pasajeros y automóviles, pues por ese rumbo se localizan 15 comunidades rurales de Madero.
Apoyados por maquinaria pesada, personal de Obras Públicas procedieron a rellenar la fisura con caliche y alrededor de las 07:30 horas se permitió el paso a los vehículos.