Yasmin ya está siendo atendida médicamente en un campo de refugiados en Alemania.
Una joven de 18 años que fue abusada sexualmente por militantes del Estado Islámico en Siria decidió rociarse de gasolina y encender un fósforo para así evitar que pudieran volver a atacarla.
Estaba ya en un campo de refugiados en Irak cuando soñó que sus agresores estaban afuera de su tienda. Esta joven identificada solamente como Yasmin está siendo atendida médicamente en un campo de refugiados en Alemania, además de encontrarse también en tratamiento psiquiátrico para ayudarla a superar los daños de trauma que sufrió en el pasado. “La única idea y pensamiento que tenía era: cómo puedo ser fea para no ser violada de nuevo”, comenta el psicólogo Jan Ilhan Kizilhan, encargado de atender a esta joven, según informa el sitio de noticias ITV.
Yasmin es miembro de la minoría yazidí y se cree que ISIS tiene en su poder al menos 3,200 personas como ella. El grupo del Estado Islámico matan a los hombres y niños de una comunidad yazidí, capturado y tomando a mujeres y niñas como esclavas porque considera que “no son creyentes”. Muchas sobrevivientes han dicho que la forma brutal con que las trataban era tanta que habrían preferido la muerte.