Un ataque suicida en un estadio de futbol al sur de Bagdad, Irak, dejó al menos 29 muertos y 60 heridos. (AP)
La guerra entre entre Occidente y el Estado Islámico (EI) se recrudece tras los atentados ocurridos en Bruselas, Bélgica, hace cuatro días, donde murieron 31 personas.
Ayer un ataque suicida en un estadio de futbol al sur de Bagdad, Irak, dejó al menos 29 muertos y 60 heridos. El grupo yihadista EI se atribuyó la autoría del atentado e incluso publicó una foto del atacante suicida, al que identificó como Saifullah al-Ansa.
Por su parte, Bélgica confirmó que volverá a bombardear al Estado Islámico en Irak y que se plantea hacerlo también en Siria. El primer ministro belga, Charles Michel, habló de los planes de su Ejecutivo tras entrevistarse con el secretario de Estado de EU, John Kerry, que denunció la creciente debilidad del EI y recalcó el compromiso de su país con Bélgica y Europa para acabar con estas "creencias nihilistas y cobardes".
Michel confirmó que Bélgica cumplirá con la misión contra el EI en Irak a la que se había comprometido, que implica volver a enviar seis cazabombarderos F-16 a partir del 1 de julio, relevando al operativo holandés.
Además, recordó que el Parlamento belga debate ampliar las operaciones militares del país contra el yihadismo a Siria, integrando la coalición internacional liderada por EU que bombardea allí al EI.
De parte de Estados Unidos, el secretario de Defensa, Ash Carter, anunció ayer viernes que sus fuerzas armadas mataron a un alto jefe de Estado Islámico, Haji Imam, a quien describió como director de Finanzas del grupo.
El próximo 4 de abril, el presidente Barack Obama recibirá al secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, para evaluar los avances en el frente común contra el grupo yihadista y discutir el papel de la OTAN para aliviar la crisis de refugiados y migrantes, provocada en parte por las acciones del EI.