La lluvia opacó la manifestación que habían convocado los seguidores del astro argentino Lionel Messi. (AP)
"Creo en Messi", "Verte jugar es mi mundial" y "La vida sin tu futbol no es vida", eran algunas de las consignas en las banderas y las camisetas que ayer sábado quedaron empapadas bajo una lluvia que llegó a ser intensa en el Obelisco, el punto nodal del centro de Buenos Aires donde se reunieron cientos de personas para pedirle a Lionel Messi que se quede en la selección argentina.
Luego de que Messi anunciara su retiro, tras perder, en serie de penales, la final de la Copa América frente a Chile, la sociedad de este país entró en "pánico". El hashtag #NotevayasLio fue "trending topic" durante varios días en Twitter y una convocatoria de Facebook para la manifestación de ayer sábado recogió más de 80 mil apoyos. Pero el clima conspiró y sólo llegaron unas 150 personas. La suerte de Messi es la de un astro herido.
"Viajamos una hora para venir hasta acá porque sin Messi, Argentina no puede seguir", dijo Karina González, una mujer que llegó con toda su familia. Como ella, varios otros trajeron sus camisetas del equipo nacional y saltaron y cantaron, con bombos y platillos, a favor de Messi y de Diego Maradona, y en contra de "Pelé", de Brasil y de Chile. El sitio parecía una tribuna de futbol y no de casualidad: para los hinchas argentinos es importante demostrar lo que aquí se llama "aguante"; es decir, la resistencia en el apoyo incondicional.
"Creemos que una movilización es la mejor manera de mostrarle a Lio el cariño de la gente", comentó a Santiago Di Paolo, un estudiante universitario de Economía que fue uno de los organizadores del evento. Él y sus amigos se habían juntado a ver la final y cuando el partido terminó, se quedaron desolados. Creían que el equipo merecía una victoria luego de perder la final del Mundial ante Alemania por 0 a 1 en 2014; y la final de la Copa América de 2015 contra Chile, también por penales. "En el momento en que escuchamos la renuncia de Messi, la tristeza y la angustia se convirtieron en preocupación y pensamos que teníamos que hacer algo", dijo Di Paolo. Y entonces abrió sus redes sociales.
El evento en Facebook fue creado el miércoles con una consigna: "Miren lo que logramos, señores. Somos el único país capaz de criticar al mejor del mundo". El evento fue compartido a las 2 a.m. por una persona, a la mañana siguiente ya tenía 30 asistentes y antes de que termine el día, 46 mil.