Destitución. Roussef fue separada del cargo el 12 de mayo y el 31 de agosto se anunció su destitución como presidenta.
La destitución legislativa de presidentes en América Latina, que sumó esta semana a Dilma Rousseff de Brasil, ha sido práctica recurrente en algunas naciones de la región en plena etapa democrática.
Centroamérica ha recorrido varias veces el camino de la destitución presidencial.
El 28 de junio de 2009, el Congreso de Honduras destituyó al presidente Manuel Zelaya por incurrir en "reiteradas violaciones" de la Constitución, entre otros cargos.
En Guatemala el 1 de junio de 1993, el entonces presidente Jorge Serrano Elías huyó del país tras fracasar su "autogolpe de Estado". Luego de un breve paso por El Salvador se asiló en Panamá. El 6 de junio de 1993 el Congreso nombró presidente a Ramiro de León Carpio.
En otro caso actual en Guatemala, el presidente Otto Pérez Molina, renunció el 3 de septiembre de 2015 cuando ingresó a prisión provisional por tres delitos relacionados con prácticas de corrupción.
En el caso de Rousseff, la destituida presidenta fue primero separada del cargo por 180 días a partir del 12 de mayo pasado, para luego enfrentar a los senadores que decidieron separarla del puesto.
Efe
Apelación
La defensa de Dilma Rousseff presentó una apelación ante el Tribunal Supremo.
⇒ Demanda la anulación de la votación del Senado que la destituyó.
⇒ Asegura que la decisión fue inconstitucional.