Tenso ambiente se vive en el Parlamente británico tras el enérgico llamado del primer ministro del Reino Unido, David Cameron, buscando la dimisión del líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, y su negativa a hacerlo pese a las fuertes presiones incluso de su bloque.
En un encendido careo en el Parlamento, Cameron sacó rédito de la crisis en el primer partido de la oposición y arremetió directamente contra Corbyn, cuya renuncia han pedido decenas de diputados hasta de su propia formación.
El primer ministro le instó a "reflexionar" sobre su papel en la campaña del referéndum del 23 de junio, en la que el laborista defendió la permanencia, y apuntó: "Dice que se esforzó... No me gustaría verle cuando no lo intenta".
"Puede ser del interés de mi partido que se siente ahí (en el banco de la oposición), pero no es del interés nacional, y yo le diría: por amor de Dios hombre, váyase", exclamó Cameron según recogen las imágenes de un video que ha causado eco mundial.
LABORISTAS EN CRISIS
Por su parte, el Partido Laborista británico se ha sumido en una "crisis existencial" ante la negativa de Jeremy Corbyn a dimitir como líder y las dudas estratégicas entre sus posibles sucesores, que este jueves retrasaron la decisión de convocar unas nuevas elecciones internas ante el temor a dividir aún más a la formación.
Angela Eagle, portavoz de Negocios laborista hasta que renunció al cargo esta semana, y Owen Smith, que ha dimitido como portavoz de Trabajo y Pensiones, han reunido los apoyos necesarios para presentar una candidatura, aunque no se han decidido a dar un paso adelante.
La presión para que Corbyn dimita arreció ante la victoria del "brexit" en el referéndum sobre la Unión Europea (UE) del día 23, debido a las acusaciones de que no hizo lo suficiente para defender la permanencia del Reino Unido en el bloque comunitario.
El 37 % de los votantes laboristas que participaron en la consulta apoyaron la ruptura con Bruselas, según una encuesta encargada por el lord conservador Michael Ashcroft, lo que contribuyó a que el "brexit" se impusiera con el 51.9 % de los votos totales.
Fuentes de la cúpula del partido han detallado que todavía esperan que el propio Corbyn decida retirarse ante la abrumadora presión a la que está sometido, aunque el líder laborista ha aprovechado todas sus intervenciones públicas esta semana para recalcar que no contempla más plan que seguir en el cargo o bien presentarse a un nuevo proceso de elección.
"Tenemos que darles más tiempo" a quienes todavía confían en encontrar una salida negociada con Corbyn a esta crisis, apuntó un diputado laborista de forma anónima.
"Si Angela se presenta al reto y pierde, el partido podría romperse de forma permanente", argumentó esa fuente, mientras que el "número dos" de la formación, Tom Watson, alertó de que "el partido está en peligro".
"Afrontamos una crisis existencial. No quiero que nos encontremos en esta posición, porque creo que hay millones de personas en este país que necesitan un Gobierno de izquierdas", dijo Watson.
Eagle tenía previsto ofrecer esta tarde una rueda de prensa en la que se esperaba que anunciara su intención de presentarse como alternativa a Corbyn, pero se echó atrás en el último momento, aunque uno de sus colaboradores aseguró que "continúa en la carrera" por convertirse en la próxima líder laborista.
CORBYN DESAGIANTE
Ante la indecisión de sus posibles rivales, Corbyn volvió a mostrarse esta tarde desafiante: "Unidos nos mantenemos en pie y divididos caemos. Ese es uno de los más antiguos y más ciertos eslóganes del movimiento laborista", afirmó en un comunicado.
"Fui elegido como líder de nuestro partido para hacer una nueva clase de política por el 60 % de los miembros y simpatizantes laboristas, y la necesidad de ese enfoque alternativo nunca ha sido mayor que ahora", señaló.
Durante la jornada continuaron las manifestaciones públicas en contra de Corbyn, una de ellas una carta firmada por 540 concejales laboristas en la que sostienen que el actual líder ha perdido la confianza "del partido entero" y de "muchos simpatizantes tradicionales".
El portavoz de Tesorería del gabinete de Corbyn, Rob Marris, se sumó a la cascada de dimisiones entre el equipo cercano al líder que se ha sucedido desde el domingo.
Esas dimisiones y muestras públicas de rechazo se unen al voto de censura emitido por el grupo parlamentario laborista, que el martes pidió oficialmente a Corbyn que se marche con 172 diputados a favor y 40 en contra.
A pesar de esa presión, el dirigente izquierdista ha recibido diversos apoyos de grupos locales en los últimos días que sugieren que podría volver a ganar unos comicios internos, un escenario que también considera posible una encuesta elaborada por la Universidad Queens Mary de Londres.
PIDEN PRONTA SALIDA
Mientras tanto, la Eurocámara vivió un pleno tenso sobre el resultado del referéndum británico, en el que exigió al Reino Unido que inicie el proceso de salida "cuanto antes" y pidió reformas profundas de la Unión.
Una sesión en el que el euroescéptico Nigel Farage fue protagonista y que estuvo cargada de aplausos, abucheos y una tristeza manifiesta que el propio presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, expresó: "Europa no es una expresión cerebral, estoy triste y no lo oculto, no es sentimentalismo es una convicción profunda".
"Hubiera querido que el Reino Unido estuviera siempre con nosotros", lamentó.
Sin embargo, a la Unión Europea le toca ahora asumir la victoria del "brexit" y Bruselas insiste en que el proceso sea rápido, aunque comprenda que el Reino Unido necesita margen para tomar decisiones.
Juncker explicó que ha "prohibido" a los comisarios y funcionarios de la institución establecer conversaciones sobre el "brexit" con representantes británicos hasta que no haya una notificación oficial por parte del Reino Unido.
"Sin notificación, no hay negociación", remarcó.
Todas las miradas estaban puestas sobre el líder del partido independentista británico (UKIP), el eurófobo Nigel Farage, abucheado en el pleno cuando tomó la palabra.
"Cuando vine aquí hace diecisiete años para liderar una campaña con el objetivo de irnos de la Unión Europea (UE), ustedes se reían de mí... ¿Ahora no se ríen, verdad?", señaló.
Y lanzó otra advertencia: "el Reino Unido no va a ser el último Estado miembro en abandonar la UE".
Farage pidió un acuerdo "sensato" y "libre de aranceles" y argumentó que "sin acuerdo, la UE perdería más que el Reino Unido".
"Podemos llegar a una situación de aranceles al automóvil con la que cientos de alemanes perderían su empleo", afirmó.
El presidente de la CE se dirigió a Farage y a otros miembros de su grupo y dijo "estar sorprendido al verles".
"¿Qué hacen ustedes aquí? Estoy bastante sorprendido de verles. Creía que estaban ustedes luchando por salir de la Unión Europea (UE)", les dijo con ironía Juncker, quien además les espetó cuando lo interrumpieron en su discurso: “Es la última vez que aplauden aquí”.
Cameron sacó rédito de la crisis en el primer partido de la oposición y arremetió directamente contra Corbyn, cuya renuncia han pedido decenas de diputados hasta de su propia formación. (AP)
