Tensión. Según la policía de Burlingame, cinco personas fueron detenidas y uno sufrió una lesión.
El aspirante a la candidatura presidencial republicana de EU Donald Trump calificó ayer "matones y criminales" a los manifestantes que protestaron antier viernes durante su participación en la Convención del Partido Republicano de California, y a la que tuvo que acceder por la puerta de atrás. "Los protestantes en California eran matones y criminales. Muchos eran profesionales. Deberían ser tratados con contundencia por las fuerzas de seguridad", escribió en su cuenta de Twitter.
El magnate neoyorquino, que lidera con amplia ventaja las primarias republicanas para la candidatura presidencial, comentaba así las protestas ocurridas en la localidad de Burlingame, próxima a San Francisco, y en las que cientos de manifestantes se enfrentaron a la Policía. La presencia de manifestantes hizo que Trump, que participa en la Convención del Partido Republicano de California, que tendrá lugar hasta el domingo, tuviera que acceder al hotel por la puerta trasera.
"Esa no fue la entrada más fácil que he hecho. Tuvimos que pasar bajo una valla y atravesar otra. Vaya, me sentía como si estuviese cruzando la frontera, de hecho", ironizó Trump, quien ha hecho de su polémica propuesta de construir un muro con México uno de los ejes de su campaña.
ATACAR A CLINTON POR SER MUJER Donald Trump acusa a Hillary Clinton de no tener energía, de ser una chillona, de no tener nada a su favor excepto el hecho de ser mujer. La estrategia del principal aspirante a la candidatura republicana combina su estilo vociferante y su imagen de hombre agresivo dispuesto a tomar acciones osadas con sus críticas políticas a la precandidata presidencial demócrata.
Ya antes mostraba Trump una afinidad por lanzar insultos contra sus adversarios: se mofaba del "chiquito" Marco Rubio y "el debilucho" Jeb Bush. Ahora dice que lo único que Clinton sabe hacer es "jugar la carta de ser mujer".
"Francamente lo único que estoy haciendo es decir lo obvio", insistió Trump cuando se le preguntó si sus insultos no estaban rayando en sexismo. "Sin la carta de ser mujer, Hillary no sería apta para ninguna candidatura, ni siquiera para un concejo municipal".
Es posible que esa retórica le caiga bien a un sector del electorado, pero en otras partes causa indignación. Para muchos, ese tipo de ataques son incomprensibles en momentos en que Estados Unidos se ve inmerso en debates más profundos sobre género: como, por ejemplo, el tema del matrimonio homosexual o los derechos de las personas transgénero, incluso para tener sanitarios propios en lugares públicos.
"Trump tiene una noción muy simplista de lo que es género", opinó Debbie Walsh, directora del Center for American Women and Politics (Centro de Estudios de la Mujer y la Política) de la Universidad de Rutgers.