Esta, dice, es la mayor actividad registrada en el lugar desde que hay sensores. (GOOGLE MAPS)
No es algo novedoso que ocurran sismos en el sur de California, pues esta zona del mundo registra cerca de 10 mil cada año, la mayoría de ellos de magnitudes imperceptibles.
No obstante, tal y como advierte El País, las alarmas se encendieron luego de que durante una semana, y en el mismo sitio, se registraran más de 200 en el área de Salton Sea, un lago en el extremo sur de California, en el valle de Coachella, cerca de la frontera con México.
Esta, dice, es la mayor actividad registrada en el lugar desde que hay sensores.
Ante el anormal hecho, los especialistas se han inquietado pues consideran que los temblores, pese a su incidencia menor en la falla de San Andrés, podrían ser el aviso de un sismo de proporciones catastróficas.
Incluso autoridades ya han emitido alertas a sus ciudadanos, como ocurrió en Los Ángeles y, aunque la alerta fue levantada el martes, tal y como puntualiza El País, la situación "ha puesto una vez más de relieve la fragilidad de la zona y, sobre todo, la evidencia de que ese gran terremoto tiene que pasar en algún momento".
O que dicho en palabras del alcalde de la ciudad californiana: “No es una cuestión de si pasará, sino de cuándo pasará”.
