Steve Kerr posa con el trofeo al mejor entrenador de la NBA. (AP)
Al soportar los dolores de cabeza, náusea, dolores y otros síntomas, Steve Kerr varias veces dudó sobre si podría retomar las riendas de los Warriors esta temporada.
Las complicaciones tras dos cirugías en la espalda le impidieron estar al frente de los campeones vigentes en su histórico arranque de temporada. Luego de una ausencia de casi cuatro meses, Kerr volvió el 22 de enero y ayer fue elegido como el entrenador del año en la NBA.
Lo hizo tras conducir a los Warriors al mejor récord en la historia de la liga, una campaña de 73 victorias que eclipsó a los Bulls de Chicago de 1995-96 que acabó con marca de 72-10.
"Hubieron momentos en lo que no sabía si iba a poder volver esta temporada", indicó Kerr.
"Estoy realmente agradecido de haberme podido recuperar al punto que me permitía trabajar", añadió en una rueda de prensa. "El dirigir me ayudó al ir sanando. Fue como un acto de fe. Si era cosa de esperar hasta sentirme bien, me hubiera quedado esperando toda la temporada".
El gerente de los Warriors, Bob Myers, quebró en llanto cuando mencionó el esfuerzo de Kerr esta temporada.
"No creo que nadie está al tanto de lo que Steve tuvo que pasar este año", dijo Myers. "Te mereces este premio. En mi opinión, no te lo mereces por ganar 73 juegos. Te lo mereces por venir a jugar cómo te sentías. Nadie es capaz de entender salvo la gente que trabaja contigo todos los días. Admiro tu valentía, te admiro como persona, y cuando te contratamos, mucha gente tenía la razón cuando decían: 'ustedes han contratado a un gran entrenador', y lo hicimos. Pero encontré un gran amigo. Me gusta venir a trabajar contigo todos los días. Espero que sigas aquí mientras tú lo quieras".
Kerr recibió 64 votos de primer lugar en la votación entre 130 periodistas que cubren la NBA. Terry Stotts, de Portland, fue segundo y Gregg Popovich, de San Antonio, tercero.