SU SALUD BUCAL
POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL BAJAR DE PESO (PARTE 2)
Dado a que la obesidad sostenida es en gran parte una enfermedad mediada biológicamente es más probable que se necesiten intervenciones basadas en esa biología para contrarrestar las adaptaciones compensatorias que mantienen el mayor peso corporal en la vida de un individuo. Las pruebas sugieren que los fármacos podrían tener, ya sea una menor tasa de efectos secundarios o una mayor eficacia. El bloqueo del nervio vago utiliza un dispositivo similar a un marcapasos implantado para bloquear de forma intermitente la señalización en el eje intestino-cerebro a través del nervio vago abdominal. Estas intervenciones no corrigen permanentemente las adaptaciones biológicas que socavan los esfuerzos para lograr una pérdida de peso saludable, pero lo hacen mientras se usan, alterando la señalización neuronal y hormonal asociada con el apetito para reducir el hambre y la ingesta de calorías, y pueden producir una reducción de peso del 4-10%. Los datos también sugieren que la combinación de fármacos contra la obesidad con la modificación del estilo de vida más intenso probablemente aumenta la tasa de pérdida de peso. Las opciones quirúrgicas más comunes para la obesidad extrema incluyen la derivación de Roux-en-Y gástrica, la gastrectomía en manga, y la banda gástrica ajustable. Se ha reportado una pérdida de peso considerable (aproximadamente el 25% de peso corporal inicial para el bypass gástrico Roux-en-Y) en hasta 20 años de seguimiento. Además, el bypass gástrico corrige los cambios inducidos por la obesidad en los perfiles hormonales relacionados con el apetito y con la capacidad de respuesta neural, lo que podría explicar por qué la cirugía bariátrica es el único tratamiento disponible para mostrar la eficacia a largo plazo. Aunque útiles, las intervenciones basadas en la biología disponibles no son universalmente eficaces para contrarrestar la interacción de la obesidad con una predisposición biológica para el almacenamiento de energía y un ambiente que promueva el alto consumo. Hasta que se puedan hacer cambios sustanciales en el entorno de la alimentación y en la actividad, la obesidad debe ser tratada como una enfermedad crónica y a menudo resistente al tratamiento, como una enfermedad médica con bases biológicas (y de comportamiento). En concreto, los médicos deben ser proactivos en el tratamiento y en la prevención de la obesidad con los pacientes que tienen sobrepeso y, para aquéllos que ya han sufrido obesidad, los médicos deben poner en práctica un enfoque de tratamiento multimodal que incluya intervenciones de base biológica como la farmacoterapia y la cirugía cuando resultan apropiadas. La relación riesgo-beneficio de estos tratamientos con base biológica debe establecerse para cada paciente y se deben sopesar los riesgos potenciales que plantean. Se recomienda el uso de la modificación del estilo de vida para tratar a personas con obesidad sostenida, pero debe ser sólo un componente más de una estrategia de tratamiento multimodal. También es importante que los médicos tengan en cuenta que las pérdidas de peso de sólo 5 a 10% del peso corporal inicial son suficientes.