SU SALUD BUCAL
TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL
(PRIMERA PARTE)
Las personas con trastorno dismórfico corporal (TDC) tienen una gran preocupación por uno o más defectos percibidos o por la fealdad en su aspecto. Los "defectos" son a menudo una variación física normal u objetivamente sólo aparece en grado leve, pero al paciente le ocasiona mucha vergüenza o influye negativamente en su vida. El trastorno es relativamente frecuente, con una prevalencia de casi el 2% en la población general, lo que hace que sea más común que la esquizofrenia o la anorexia nerviosa. Se produce en ambos sexos por igual. Las personas con TDC pueden consultar a médicos generales, dermatólogos, cosmetólogos, cirujanos plásticos, otorrinolaringólogos, cirujanos maxilofaciales; ortodoncistas; ginecólogos o urólogos, con el deseo de mejorar sus "defectos". Aunque la enfermedad es un trastorno psiquiátrico grave, la consulta en los servicios de salud mental es menos frecuente, y por lo general sólo se hace cuando hay problemas adicionales, como depresión o riesgo de suicidio, entre otros.
La condición es fácilmente trivializada y estigmatizada, pero los médicos no deben confundirla con la insatisfacción corporal, que es común pero no ocasiona gran angustia o interferencia con la vida diaria. Los pacientes con "desfiguraciones reales" pueden ser vistos como más dignos de atención pero a menudo están menos discapacitados que una persona con TDC. Los pacientes con TDC consumen importantes recursos sanitarios pero suelen permanecer insatisfechos a no ser que los médicos los traten de manera integral. Es común que ya hayan recorrido numerosos consultorios médicos de estética y servicios cosméticos privados, pero muchos de los médicos no están capacitados para diagnosticar y tratar a estos pacientes y por error se dedican a corregir el defecto.
Este artículo explora cómo un médico general puede reconocer y diagnosticar a los pacientes con TDC, entender los riesgos de la insatisfacción por un procedimiento cosmético, y tratar de que las personas con TDC comprendan que su problema es psicológico y deben ser derivados para una evaluación de salud mental. Las personas con TDC no pueden revelar el grado de su preocupación y angustia a menos que se les pregunte directamente, por qué se avergüenzan de su apariencia. Los defectos percibidos pueden ser múltiples, y por lo general se hallan alrededor de la cara, comúnmente en la piel, la nariz, el pelo, los ojos, los labios o la barbilla. Los defectos percibidos aparecen en serie -por ejemplo, una vez que un defecto percibido ha disminuido otro defecto se convertirá en el foco de atención del paciente. El paciente puede dirigir su atención a cualquier parte del cuerpo, incluso los genitales. Los problemas típicos pueden ser: caída del cabello, acné, nariz demasiado grande o torcida, arrugas en la piel, rasgos desproporcionados, aspecto demasiado masculino (o femenino). Cuando el paciente se describe a sí mismo como feo o siente que alguna característica es extremadamente notable o anormal, y esta percepción no coincide con lo observado por el médico, se debe considerar el diagnóstico de TDC. Este trastorno se puede distinguir de la insatisfacción corporal, en la que la preocupación acerca de un defecto percibido no es suficientemente angustiante o no interfiere con la vida en el mismo grado con que se cumplen los criterios diagnósticos para el TDC.
Por: Dr. Manuel Acuña Cepeda