SU SALUD BUCAL
Tercera parte
Las personas con trastorno dismórfico corporal (TDC) tienen una gran preocupación por uno o más defectos percibidos o por la fealdad en su aspecto. En el TDC, son comunes las comorbilidades psiquiátricas como la depresión, la fobia social o un trastorno obsesivo-compulsivo. El inicio se produce normalmente durante la adolescencia, y lamentablemente, suele tardar =10 años antes de arribar al diagnóstico y tratamiento adecuados. Se puede presentar en la adolescencia, y en general en una forma más grave que en los adultos. En general, la presencia del TDC hace que la satisfacción con un procedimiento cosmético sea poco probable o impredecible. Esta afirmación se basa en la opinión de expertos y en pacientes atendidos en clínicas psiquiátricas. Ha habido sólo unos pocos estudios prospectivos pequeños en un contexto cosmético en los que la identificación de las personas con TDC fue hecha antes de la operación para luego hacer un seguimiento de su evolución. A lo sumo, un paciente puede estar satisfecho con algún procedimiento con el que se ha conseguido un cambio que no es ambiguo, como el aumento del tamaño de las mamas o la labio plastia. Pero en general, es imposible que los procedimientos cosméticos modifiquen los síntomas del TDC. La insatisfacción con la cirugía estética es común y volver a realizar el procedimiento es inadecuado, porque finalmente se puede perder el diagnóstico de TDC, lo que puede dar lugar a un litigio. Por otra parte, es posible que el procedimiento empeore la preocupación por el defecto percibido, lo que haría más difícil que el paciente acepte participar en el tratamiento, porque para corregir el defecto actual sería necesario un procedimiento adicional. Los pacientes no deben ser derivados para obtener otra opinión de un cirujano estético o dermatólogo diferentes -es más importante tratar de derivarlo a una evaluación de salud mental. Los pacientes pueden y deben recuperarse del TDC, y una historia de TDC no es una contraindicación para un procedimiento cosmético, pero sí debe hacerse con precaución. Es importante ser transparente e indicar lo que se cree mejor para el paciente. No hay que entablar una discusión acerca del diagnóstico; siempre hay que tratar de admitir sus sentimientos de vergüenza, angustia y el grado en que su vida se ve afectada; siempre hay que dejar un tiempo para la discusión. Si hay defectos visibles como cicatrices de acné leves, que sólo pueden verse de cerca y teniendo un mayor estándar estético, es importante transmitir que como médico se reconoce su presencia. Sin embargo, hay que considerar que algunos pacientes no están preocupados por la evaluación de los demás sino, más que nada, por ellos mismos sentirse en armonía corporal. Trate de entender los temores de rechazo o de humillación que probablemente están condicionados emocionalmente por experiencias pasadas. Los pacientes pueden no estar dispuestos a cambiar en este momento, pero trate de animarlos a volver comentando "Hay dos alternativas- una, es admitir que usted tiene un problema con su apariencia. Esto significa que usted se esforzará para ocultar o alterar su aspecto. Sin embargo, creo que sus soluciones se han convertido en su problema, lo que interfiere en tu vida y lo mantiene más preocupado por sí mismo e infeliz. En cambio, creo que puede tener un problema de imagen corporal llamado trastorno dismórfico corporal.