Asesoría. Barack Obama (d) y su asesor de política Estratégica, David Simas.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer una nueva norma que aumenta el techo salarial máximo para tener derecho al pago de horas extra y que beneficiará a unos 4.2 millones de trabajadores, a partir de su entrada de vigor el próximo 1 de diciembre.
La Casa Blanca estima, además, que esta medida incrementará los salarios en un total de 12,000 millones de dólares en los próximos diez años.
El Departamento de Trabajo publicó ayer la nueva normativa, que duplica el anterior umbral salarial, tras haber estado más de un año recabando propuestas y sugerencias de trabajadores y empleadores.
Actualmente, un empleado sólo tiene garantizado el pago de horas extra por trabajar más de las 40 semanales que fija la ley si su salario anual es de 23,660 dólares o inferior.
Bajo la nueva norma, ese umbral se eleva hasta los 47,476 dólares anuales, lo que significa que los trabajadores que ganen esa cantidad o menos tendrán derecho a partir de diciembre a horas extra remuneradas.
Además, ese umbral máximo se revisará al alza automáticamente cada tres años.
De acuerdo con las estadísticas del Departamento de Trabajo, el porcentaje de trabajadores a quienes el Gobierno federal garantiza las horas extra remuneradas con base en los umbrales de sueldo se ha reducido de un 62 % en 1975 a solamente un 7 % en la actualidad.
En un correo electrónico, el presidente Obama citó como ejemplo de beneficiarios de la nueva norma a Elizabeth Paredes, una madre soltera de Tucson (Arizona) que trabaja en una tienda de sandwiches a veces hasta 70 horas semanales "sin recibir un centavo" por el tiempo extra.
A su juicio, los cambios anunciados ayer son "un paso en la dirección correcta para fortalecer y asegurar a la clase media a través del aumento de los salarios", lo que a la vez contribuye al crecimiento económico.
Entre los críticos con la medida del Departamento de Trabajo está el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, quien en un comunicado sostuvo que "hace daño" a las personas a las que alega ayudar, entre ellas estudiantes, trabajadores sin ánimo de lucro o aquellos que inician una nueva carrera.
Reunión con Obama
Una asociación de supervivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki han enviado al presidente de EU, Barack Obama, una carta en la que piden que se reúna con ellos cuando visite la primera de estas ciudades la próxima semana.
La asociación, llamada Nihon Hidankyo (contracción en japonés de "Organización de Víctimas de Bombas Atómicas de Japón"), ha remitido la misiva a la Embajada estadounidense en Tokio y a la Casa Blanca, informó ayer la cadena pública NHK. El mensaje explica que los supervivientes de los ataques atómicos lanzados por EU, conocidos como "hibakusha" en Japón, respetan la decisión de Obama de visitar la ciudad con motivo de la cumbre de líderes del G7.