Bajas. Al menos 17 soldados indios murieron en el complejo militar en la localidad de Uri, al oeste de Srinagar.
La India sufrió ayer el ataque más duro en más de una década contra una base militar en Cachemira por la acción armada de un grupo insurgente contra la instalación de Uri, cerca de la frontera de facto con Pakistán, que causó la muerte de 17 soldados y la acusación de Nueva Delhi a Islamabad.
Cuatro atacantes lograron penetrar en horas de la madrugada y cuando se producía el cambio de guardia en la base de Uri, sede de un batallón de infantería, a apenas unos kilómetros de la Línea de Control (LoC) que sirve de límite a Pakistán y la India. El Comando Norte del Ejército indio indicó que los terroristas penetraron en la base "fuertemente armados" y atacaron una zona vulnerable de la instalación, donde mataron a 17 soldados.
El ataque se produjo mientras buena parte del personal militar se encontraba en sus tiendas y barracones, en los que se produjo un incendio. El directo general de Operaciones Militares indio, teniente general Ranbir Singh, indicó en rueda de prensa que "entre 13 y 14 de las víctimas se debieron a que las tiendas y demás alojamientos se incendiaron".
Singh indicó que de acuerdo con las primeras informaciones los cuatro asaltantes eran extranjeros y miembros del grupo terrorista Jaish-e-Mohammad (JeM).
Condena
Líderes reaccionan por el ataque:
⇒ El primer ministro indio, Narendra Modi, condenó el ataque terrorista en Uri.
⇒ El Gobierno de EU se unió a la condena.
⇒ El Ejército de Pakistán rechazó las acusaciones de la India.