Dicen que uno de los mayores obstáculos para superarnos es el "temor al cambio"; una respuesta humana a la alteración de los usos y las costumbres, que generan temor.
Mantener nuestro "estado de confort" es otro impedimento que nos paraliza ante lo desconocido, al momento de enfrentar cambios; ya mal lo dice el refrán: "más vale malo conocido que bueno por conocer".
Este diálogo viene al caso en momentos que vivimos un estado de preocupación ante la inseguridad que representa el aparente cambio de la política de los Estados Unidos de Norteamérica, ante el triunfo republicano.
Habrá que analizar los porqués de la victoria de Donald Trump, sobre la errada idea de popularidad de Hillary Clinton; encontraremos razones fundadas en el temor, la insatisfacción ciudadana y la disminución de la calidad de vida -confort- del ciudadano norteamericano promedio.
El fenómeno no es nuevo; en 1950, luego de la II Guerra Mundial, aprobaron la Ley de Seguridad Interna, que permitía al Departamento de Estado negar visas a quienes fueran sospechosos de ser comunistas y no olvide el sufrimiento de los japoneses avecindados allá, luego de Pearl Harbor.
La campaña de Trump, se basó en remover los temores ciudadanos: desarrollar el sentimiento de inseguridad y aprovechar sus consecuencias emocionales, haciéndoles resentir el enojo y desacuerdo contra las políticas demócratas, ofreciendo un cambio de rumbo que beneficiaría a todos, prometiendo "volver a hacer grande a América".
Las posturas xenofóbicas siempre las mantuvo presentes; misoginia descarada; agresividad y postura nacionalista irracional y populista.
La problemática de EUA es compleja, considerando su cultura multiétnica, el incremento en costos, temor al terrorismo, desempleo e inseguridad. Culpar a los islamitas y/o latinoamericanos, fue una buena estrategia para que la población blanca votara a favor y, sutilmente, al prometer mejores remuneraciones en empleo -hasta 10 dólares por hora- hizo que los trabajadores negros y de origen latinoamericano decidieran darle su apoyo. Particularmente los "coco-nuts", aquellos que son criticados acusándoles de ser "cafés por fuera y blancos por dentro".
La interrogante está en conocer su real interés y posibilidad de cumplir con lo prometido. Habrá que tomar en cuenta que las cámaras de representantes y senadores tienen mayoría republicana, lo que le permitirá -a diferencia de Obama- hacer pasar sus propuestas y reformas de ley.
Por lo pronto, su elección ha provocado caída de las monedas, desequilibrio en las bolsas de valores del mundo y medidas precautorias en las administraciones de las naciones. El extremo: la reacción de temor de países como Cuba, que ordenó el refuerzo de sus fronteras y el estado de alerta en sus ejércitos.
Veamos sus propuestas que le llevaron al triunfo:
En economía: establecer mayores impuestos contra México y China, -su tercero y segundo socio comercial-; subir a 10 dólares la hora de sueldo mínimo federal; simplificar la normativa tributaria de los mayores contribuyentes; reestructurar la deuda pública; poner un tope de 15 % en los impuestos a las empresas; y eliminar el impuesto a las herencias: todo el apoyo a los ricos.
Inmigración: controlarla y limitarla, acosando a mexicanos y latinos, para lo que construirá un muro en la frontera con México y lo impensable, que nosotros lo paguemos; también se refirió a los refugiados sirios y libios como "caramelos envenenados" y propuso especial registro para los musulmanes radicados. Para todos los ilegales, cero tolerancia y su deportación inmediata: promover la violencia.
En seguridad nacional: vigilar las mezquitas, generalizando la sospecha hacia todos los musulmanes; crear un registro de afincados en el país; prohibir temporalmente la entrada de musulmanes a EU y acabar con el Estado Islámico, al que va a "borrar del mapa"; además, mejores métodos de interrogatorio e inteligencia y hasta ¡atacar a opositores, propietarios de campos petroleros!: barbarie plena.
Desconcertantemente, contra la violencia, propone proteger la segunda enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a portar armas; en contraparte, pedirá mayores penas para los homicidas: incongruencia.
En salud: modificar el "Obamacare", facilitar y abaratar la venta de seguros médicos y medicinas. ¿Podrá?
En el tema de la contaminación: declaró que el ¡cambio climático es un mito!, por lo que no apoyará programas internacionales: ignorancia.
En derechos civiles: mayor apoyo a los negros, oponerse al aborto y dejar asentada la resolución contra los homosexuales para casarse y adoptar: intolerante
Considere que la elección de Trump y la salida de Inglaterra de la Comunidad Europea, muy probablemente marcan el cambio del mundo y quizá el fin de la globalización.
Particularmente, en La Laguna, nos interesan las consecuencias ante las importaciones, inversión extranjera y especialmente de la industria maquiladora, áreas en las que pudiera afectarnos.
Por lo pronto, algo positivo se vislumbra: la unión de los mexicanos para enfrentar el reto. Esperemos que los politiqueros no la destruyan.
Veamos que hacer para aprovechar la oportunidad.
ydarwich@ual.mx