El alcalde dijo que el Teleférico será un atractivo turístico, 'un valor agregado para mejorar la imagen de la ciudad'. (RAMÓN SOTOMAYOR)
Aunque los trabajos de construcción del Teleférico están en tiempo y se terminará a finales de diciembre, no será sino hasta el mes de enero del año entrante que se pondrá en operaciones.
En tanto, se definirá el esquema administrativo, las tarifas que se cobrarán a los usuarios y lo relacionado con el mantenimiento general que es algo muy especializado, dijo el alcalde Miguel Riquelme Solís.
La rentabilidad de este sistema de transporte aéreo deberá ser para su mantenimiento, "no será una utilidad monetaria para el Ayuntamiento, nunca se buscó eso y básicamente la responsabilidad recaerá en la empresa que gane la concesión para la administración y operación y lo que se buscará es de alguna manera generar algo de ingreso para la Diócesis de Torreón y para el Ayuntamiento a manera de un Derecho”, dijo.
El Teleférico será un atractivo turístico "un valor agregado para mejorar la imagen de la ciudad y se invierten en el 159.9 millones de pesos de recursos federales".
Por su parte, el director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés, expresó que aunque no es una obra complementaria del Teleférico, "para darle una mejor imagen a la estación del Cerro de las Noas y todo lo que representa el Conjunto Religioso, se diseñó un proyecto de terrazas con jardín en la estación del Teleférico para lo que se logró en comodato una área de 10 mil metros cuadrados en donde se desarrollará ese concepto ornamental.
La inversión global es de 30 millones de pesos pero con recursos del Fondo Metropolitano del 2017, se realizará la primera etapa a razón de 15 millones de pesos.
El alcalde explica que por lo que respecta al Centro de Convenciones actualmente en proceso de construcción, "también estableceremos de manera coordinada con el Gobierno del Estado, la manera como se administrará y de manera preferente que quede en manos de empresarios".
Miguel Riquelme aplicó la expresión "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, al referirse a que "Un centro de Convenciones que agarra el gobierno en su administración de manera directa, Centro de Convenciones que quiebra; Centro de Convenciones que agarran los empresarios, Centro de Convenciones exitoso. Por lo tanto, nosotros no vamos a agarrar ni al Metrobús, ni el Teleférico ni el Centro de Convenciones".
