Devastación. Pobladores y rescatistas sacan a una mujer de los escombros en la localidad de Amatrice luego del terremoto que azotó el centro de Italia. El pueblo, ubicado en la provincia de Rieti, quedó prácticamente destruido. (AP)
Amatrice era un pueblo con más de mil años de historia en la provincia de Rieti en el centro de Italia, y con una población aproximada de 2,650 habitantes, a las 03:36 la madrugada de ayer (hora de Italia) fue prácticamente devastado por un terremoto.
Amatrice fue la localidad más afectada por el sismo de 6.2 grados Richter, pero no la única. Hasta ayer por la noche (hora de México), el reporte oficial era de 247 personas muertas, 190 de las cuales se encontraban en la provincia de Rieti, en donde se ubica Amatrice.
Otras 57 personas han fallecido en las localidades de la provincia de Ascoli, sobre todo en los pueblos de Arquata de Tronto y Pescara de Tronto.
Pero el número de muertos seguirá creciendo debido a que quedan aún decenas de desaparecidos y se cree que se encuentran sepultadas bajo los escombros.
Por el momento no se han querido dar datos oficiales sobre los desaparecidos debido a que es muy difícil contabilizarlos pues las localidades afectadas suelen recibir a muchos turistas durante los meses de verano.
El mayor drama se vive en Amatrice, que en los meses de verano duplica su población con los turistas que en estos días se habían congregado en mayor medida para disfrutar el fin de semana de la fiesta de la pasta "a la amatriciana", un plato que tiene aquí sus orígenes.
Cuadrillas de rescatistas con excavadoras y sus propias manos se apresuraban para sacar sobrevivientes de entre los escombros dejados por el fuerte terremoto.
Los residentes fueron despertados antes del amanecer por el movimiento telúrico y emergieron de sus derrumbadas casas para encontrarse con lo que describieron como escenas apocalípticas similares "al infierno de Dante", con manzanas completas de edificios convertidas en montones de arena y piedra, polvo denso que hacía el aire irrespirable y un fétido olor a gas. "El poblado ya no existe", dijo Sergio Perozzi, alcalde de Amatrice, la localidad más dañada. "Creo que la cifra de víctimas va a aumentar".