Tragedia. Socorristas trasladan a una mujer que perdió la vida en los atentados que dejaron al menos 34 muertos en Turquía.
Una ola de violencia y pánico se vivió ayer en el mundo derivado de dos ataques terroristas en Oriente Medio y África.
El saldo por los hechos en conjunto fueron 50 muertos, sin embargo, el principal ingrediente en estos dos actos perversos fue el ataque a una multitud de civiles.
En el caso de Turquía la detonación de un coche bomba causó en el centro de Ankara al menos 34 muertos así como 125 heridos, en lo que fue el tercer gran atentado que sufre la capital turca desde el pasado mes de octubre. Según informaciones oficiales, el artefacto explotó en torno a las 16:45 GMT en los alrededores del parque Güven, cerca de la plaza Kizilay, rodeada de una zona de ocio y comercios, y que no está lejos del barrio diplomático de la capital. El ataque aún no ha sido reivindicado ni hay todavía datos ni especulaciones sobre quién podría haberlo perpetrado. La detonación del coche bomba se produjo cuando pasaba por una parada de autobús, en la que había mucha gente esperando. Además, entre los heridos, ingresados en 14 hospitales, hay 19 que se encuentran en estado crítico.
Por otra parte, el ministro turco de Interior, Efkan Ala, señaló que la explosión fue un "atentado terrorista" dirigido contra la población civil del país.
"Lo condenamos. Aquellos que lo perpetraron no van a conseguir sus objetivos", señaló el ministro.
"Civiles esperando en una parada de autobús fueron atacados por un coche en movimiento. Fue un atentado terrorista", aseveró Ala.
En cuanto a la posible autoría del ataque, el ministro dijo que la investigación ha arrojado ya serios hallazgos aunque la organización responsable del ataque será declarada cuando todas las pericias hayan terminado.
Por su parte, Un grupo armado atacó un centro turístico de playa en Costa de Marfil ayer domingo, matando a por lo menos 16 personas y provocando la huida de turistas a través de la histórica población de Grand-Bassam. Una filial de Al Qaeda, localizada en el norte de África se responsabilizó del atentado.
Cuerpos ensangrentados quedaron en la playa y los testigos describieron horrendas escenas, luego de que una pacífica tarde de domingo se viera interrumpida por el ataque de los extremistas de África Occidental.
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, dijo a la prensa en el lugar del atentado que 14 civiles, dos miembros de las fuerzas especiales y seis atacantes fallecieron en el ataque en la playa. El mandatario llegó a Grand-Bassam unas horas después de los hechos, visitó hoteles y felicitó a las fuerzas de seguridad por su pronta respuesta.
"Envío mis condolencias a los familiares de las víctimas que fueron asesinadas, y desde luego, estoy muy orgulloso de nuestras fuerzas de seguridad que actuaron con tal rapidez", dijo Outtara a las afueras del Etoile du Sud, uno de los hoteles donde se perpetraron los ataques. "El saldo pudo haber sido mucho mayor".
PERSONAS
Perdieron la vida por los ataques terroristas.
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