Conmoción. Se trata de la primera vez que un sacerdote es asesinado en Francia por terroristas.
Uno de los dos autores del atentado registrado ayer contra una iglesia católica del norte de Francia, reivindicado por el Estado Islámico (EI), era un joven que había sido deportado cuando intentaba llegar a Siria y estaba bajo control policial.
El procurador de París, Francois Molins, informó que uno de los autores del atentado, en el que fue degollado un sacerdote, es un joven de 19 años que fue detenido dos veces en 2015 fuera de Francia, cuando intentaba llegar a Siria para unirse al EI.
El terrorista fue identificado como Adel Kermiche, quien había sido condenado por un juez a seguir un control judicial y un arresto parcial en la casa de sus padres, además de portar un dispositivo de vigilancia electrónica, con cargos preliminares de terrorismo. Asimismo, la policía le había requisado al joven sus documentos de identidad y su pasaporte.
Sin embargo, el dispositivo de rastreo era desactivado algunas horas cada mañana como parte del acuerdo de vigilancia, detalló Molins, horas que correspondieron con el atentado del martes.
El otro autor del ataque, no ha sido identificado todavía.
Los dos atacantes murieron a manos de la policía mientras huían del edificio bajo gritos de "Allahu Akbar" (Dios es grande), afirmó Molins.
Por su parte, el Papa Francisco manifestó ayer su conmoción por los atentados violentos perpetrados en las últimas horas en Francia y Japón que dejaron numerosas víctimas e imploró por la paz en el mundo. Garantizó que se une en la oración al sufrimiento de las familias, así como también al dolor de la parroquia y de la diócesis de Ruán.
Grabaron el ataque
Los dos autores del atentado perpetrado ayer contra una iglesia en el norte de Francia grabaron el ataque durante el cual degollaron a un sacerdote e hirieron a tres personas más, una de ellas de gravedad, reportaron medios locales.
Los dos terroristas, como les calificó el presidente francés Francois Hollande, "se grabaron" mientras cometían la agresión, aseveró una testigo del atentado perpetrado ayer por la mañana en la iglesia del poblado norteño de Saint-Etienne-du-Rouvray.
Según su testimonio, el hombre que fue ejecutado, el sacerdote católico de 84 años de edad Jacques Hamel, estaba de rodillas cuando fue degollado por los dos asaltantes que leyeron un texto en árabe mientras grababan la escena con un dispositivo que no fue descrito.
El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó a través de un órgano de propaganda el atentado cometido contra la iglesia, y en un breve mensaje publicado por su agencia Amaq, afirmó que los dos terroristas que perpetraron el ataque son "soldados" del Estado Islámico.