CAMOTES GLASEADOS
Después de pelar los camotes, agrégueles azúcar, mantequilla o margarina y las especias que acostumbra. Luego, báñelos con jugo de piña, poniendo también una pequeña cantidad de él en el recipiente y déjelos así hasta el siguiente día. Luego, cuézalos en el horno como de costumbre. Su sabor será diferente y mucho más delicioso.
¿LE MOLESTAN LOS ZAPATOS NUEVOS?
Si los siente muy incómodos cuando acaba de comprarlos y va posponiendo su uso, rocíe un día su interior con maicena y se sentirá mucho mejor.
CORTEZAS DE PAN
Cuando les quite la corteza a los panes, no las tire, extiéndalas en una charola y cuando estén secas, tritúrelas con un vaso grueso o con el rodillo que usa para extender la masa de las galletas o los bisquetes. Así las tendrá listas cuando las necesite para platillos al horno o alguna otra preparación que requiera "migas de pan".
BARQUILLOS SIN HELADO PARA LOS NIÑOS
Mientras sus niños no tengan la edad necesaria para poder manejar un barquillo con helado por sí mismos, deles únicamente el barquillo vacío. Les encantará, pues creerán que es igual al de sus hermanos mayores que están comiendo y se quedarán muy contentos en su carreola mientras usted está haciendo sus compras.
COLADOR DE PINTURAS
Las viejas medias de nylon son excelentes coladores de pintura y resultan muy prácticas para este objeto. Introduzca una lata vacía o cualquier recipiente en que quiere poner la pintura ya colada, dentro de la media y vierta la pintura a través de ella.
APROVECHE LA HIELERA DE PLATA
Si ya no usa su vieja hielera de plata, busque la forma de aprovecharla. Límpiela lo mejor que pueda con un limpiador para plata y úsela para poner los cubiertos. Podrá llevarlos a la mesa y recogerlos con gran comodidad, dejándolos allí mismo cuando estén limpios y secos, con lo que ahorrará espacio en los cajones de sus gabinetes de cocina, que nunca parecen suficientes para guardar enseres y utensilios diversos.
PANES Y PASTELES
Para que los panes, panqués y pasteles no se resequen durante su cocimiento, ponga el termostato del horno a 300° y coloque en el fondo de él una vasija con agua, cuidando de que la evaporación no la agote completamente mientras se está cociendo el pan.