El próximo miércoles se dará a conocer el resultado de la votación del 2016 para el Salón de la Fama y el grupo de jugadores que merecen ser elegidos es extenso, pero no existe la posibilidad de que un solo jalón sean tantos los que entren al recinto de inmortales. Todos estamos convencidos de que Ken Griffey Junior va a ser elegido y seguramente el relevista Trevor Hoffman también, pero lo más interesante será ver si ha arribado el día del perdón para los jugadores que llegaron a usar esteroides.
Algunos cronistas de renombre publicaron unos días atrás que finalmente habían votado por Barry Bonds y Roger Clemens, quienes naturalmente tienen las estadísticas de sobra para ser inquilinos de Cooperstown, pero por el problema de los esteroides los han relegado.
Bonds es el máximo jonronero de todos los tiempos con 762, dio 73 jonrones en un año y se cansó de ganar trofeos de jugador Más Valioso, mientras Clemens ganó siete premios Cy Youg y dos veces ponchó a 20 en un juego. Pero es indudable que el cohete también desayunaba esteroides.
¿Usted votaría por un estrella que tomó sustancias prohibidas para tener más fuerzas? La defensa que tienen todos esos jugadores que siguieron la receta de José Canseco, el padre de los esteroides en el beisbol, es que por varios años no estaba penalizado el utilizar esa clase de recetas por lo que es indudable que los deportes profesionales americanos actuaron con mucho atraso en este aspecto. Cuando Mark McGwire y Sammy Sosa tuvieron aquel año en que pelearon por romper el récord de 61 jonrones de Roger Maris, los aficionados estaban felices hasta que un cronista vio durante una masiva entrevista en el locker de McGwire un frasco de una sustancia no apropiada para los atletas que no quieren aumentar su capacidad con los esteroides.
Allí comenzaron las preguntas y al poco rato el gobierno americano no solamente prohibió el uso de sustancias prohibidas que habían utilizado tantos jugadores sino que organizó investigaciones. La caja de Pandora estaba abierta y muchos estrellas comenzaron a ser atacados por haber engañado al deporte con esos menjurjes. Sin embargo, vuelvo a decir, no estaban penalizados. Pero de un día para otro los grandes héroes fueron los villanos atacados por todos. La idea de crear a los jugadores perfectos como la película de Robocop habían terminado y los héroes vitoreados por todos en el beisbol fueron repudiados con los cronistas olvidándose de todo sospechoso. El cuerpo los delataba ya que se ponían exageradamente fuertes y se les comparaba a lo delgado que eran cuando llegaron a las Mayores. Hasta David Ortiz con ese cuerpo sansónico que tiene y que se da baños de pureza no lo puede esconder.
Ahora tendremos el miércoles el resultado de la votación y nos dirá si los cronistas en turno mantienen al Salón de la Fama cerrado para los que usaron la jeringa o ha comenzado a llegar el día del perdón. Todo comenzó con Canseco y todo mundo comentaba pero...
