No hay duda que el nuevo Comisionado Robert Manfred se la jugó al mandar a los Rayos de Tampa Bay a jugar un partido amistoso contra la Selección Cubana en La Habana siendo el partido de beisbol el último evento al que asistió el presidente americano Obama acompañado del jefe cubano Raúl Castro. Tampa Bay, con todo y que tiene un gran sistema de sucursales, no aparece entre los 10 mejores equipos de Grandes Ligas. Y nada de refuerzos como los Venados de Mazatlán que llevaron 14 jugadores de otros equipos a la Serie del Caribe. Era Tampa Bay sólo compitiendo contra la Selección Cubana y jugando ante 55 mil aficionados que deseaban con desesperación el triunfo de los suyos.
Los jugadores en Cuba están por comenzar sus play offs, en la mejor forma, mientras Rayos está en su período de preparación para la siguiente temporada. Pero el Comisionado Manfred se aventó el tiro a pesar que una derrota del Tampa Bay hubiera sido un desastre para el prestigio de las Ligas Mayores.
El presidente Obama le pidió a la MLB que mandara un equipo para formar parte de su visita histórica a Cuba y el beisbol une a estos dos países ya que es parte de la cultura de los dos. En Estados Unidos lo llaman el "pasatiempo nacional" y en Cuba desde hace muchas décadas el beisbol ha sido el único deporte que realmente le gusta a toda la población.
Naturalmente los jugadores de Tampa Bay sabían del compromiso en que se habían metido y jugaron el partido como si fuera el decisivo de Serie Mundial, con el mánager Kevin Cash poniendo a uno de sus brazos estelares, el zurdo Mtt Moore. Por estas fechas los pitchers trabajan tres o cuatro entradas en los juegos de preparación pero a Moore lo sostuvo por seis entradas en que puso ceros.
Luego vinieron tres relevos y solamente el último, en la novena entrada, aceptó una carrera que fue un jonrón de Rud Reyes quien estará posiblemente pensando en escapar de Cuba para capitalizar el jonrón que le bateó al relevo Colomé.
Total que la victoria de Tampa Bay 4-1, dominando el juego desde la segunda entrada, fue un alivio para el Comisionado Manfred y todas las Ligas Mayores. Cuba no se conformó con dar batalla y pelear todo el juego ya que sólo pensaban ganar y demostrar que su talento beisbolero es muy grande.
Nos sorprendió ver que casi no se veía un aficionado de color cuando las cámaras de televisión nos mostraban a los aficionados que estaban llenando el parque. Por otro lado todos sus jugadores eran de color.
La Cuba actual ha tomado parte en las últimas tres Series del Caribe, ganando una y siendo eliminado dos veces, pero allí se han enfrentado a equipos de pelota invernal que cuando mucho con la calidad que hay ahora en esos torneos son como de clase doble A.