Ahora que arrancan nuevas temporadas de la Liga Mexicana y las Ligas Mayores uno recuerda los que fueron días memorables al comenzar una nueva temporada. Por ejemplo en Ligas Mayores solamente una vez en la historia se ha lanzado un juego sin hit ni carrera en un partido inaugural y eso fue en 1940 en el Parque Comiskey en Chicago cuando el joven pitcher Bob Feller, el rey de la velocidad, lanzó para los Indios y Cleveland y dejó al Medias Blancas sin una sola carrera y sin hit. Con todo y que hemos tenido tantas inauguraciones en la larga historia de Grandes Ligas ése es el único juego sin hit ni carrera de todos los miles de partidos.
Y la inauguración de 1981 en Los Ángeles que tampoco será olvidada ya que el mánager Tom LaSorda había seleccionado al zurdo Jerry Reuss para comenzar la campaña pero se lastimó y decidió elegir al novato Fernando Valenzuela como abridor ya que había tenido un gran entrenamiento primaveral. Con sólo 19 años el valiente Fernando tomó la pelota y procedió a lanzar una blanqueada contra los Astros de Houston en el Dodgers Stadium. Desde ese día fue un favorito de los aficionados de Los Ángeles y vino como un maremoto la famosa Fernandomanía cuando ganó sus primeros ocho juegos de la temporada.
En la Liga Mexicana nunca se podrán olvidar las inauguraciones de 1946 y 1947 en el Parque Delta con la presencia de dos presidentes de México. Primero, en 1946, en plena guerra beisbolera de Jorge Pasquel con Ligas Mayores estuvo el presidente Manuel Ávila Camacho para tirar la primera bola y con el Parque Delta hasta los topes.
Un año más tarde ya estaba Miguel Alemán como presidente de México y también se subió a la lomita para tirar la primera bola. En las dos ocasiones jugaron Diablos Rojos del México y Azules del Veracruz.
Eran tiempos muy diferentes a los que hoy vivimos y la mayoría del pueblo quería a sus gobernantes por lo que tanto Ávila Camacho y Miguel Alemán recibieron grandes ovaciones. A Miguel Alemán lo llamaban el presidente de la eterna sonrisa y en su mandato fue un gobernante muy popular. Fue en ese tiempo en que comenzó el "bum" mexicano y Ernesto P. Uruchurtu, un regente de hierro sonorense y beisbolero, convirtió al entonces DF en una ciudad muy hermosa.
Por aquellas inauguraciones de los años cuarenta parecía que Ernesto Carmona nos tenía preparado a un novato para que se diera a conocer. En uno de los juegos el héroe lo fue el "Chamaco" García jugando las paradas cortas de los Diablos en que se hizo famoso de la noche a la mañana y en otra inauguración fue Ricardo Garza, otro novato y jugando para los Diablos, en que tuvo una soberbia jornada.
Más adelante Ricardo Garza se hizo famoso como veterano jugando con Tigres que es la gran vergüenza de la historia al dejar la Ciudad de México.
En la era de Roberto Mansur primero y luego con don Alfredo Harp, los Diablos han sido exitosos al presentarnos cada año novatos importantes. Únete a la Renovación, siempre.
