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Tommy al Bat

LA PESADILLA DE UN PITCHER

TOMÁS MORALES FERNÁNDEZ

Siempre ha tratado de saber lo que un pitcher siente en el brazo entre salida y salida pero no me cae la menor duda que hay que ser un lanzador para poder llegar a comprender lo extenuante que es trabajar sobre la lomita en un diamante de Beisbol. Recuerdo que hace muchos años el prestigiado doctor Cuahtemoc Reyes me dijo que simplemente el esfuerzo de un pitcher al hacer tantos envíos al home va contra la naturaleza humana ya que está contra todas las recomendaciones de los encargados en diseñar ejercicios de cualquier naturaleza. Simplemente es demasiado esfuerzo para el hombro y es por eso que en cada temporada llegamos a tener un buen número de brazos lesionados entre los lanzadores y operaciones llamadas al estilo Tommy John, quien fue un pitcher zurdo al que por primera vez le hicieron un transplante de otros tejidos de su cuerpo y salió del hospital recuperado y para tener varios años triunfales en Liga Mayores con el nuevo brazo.

Son por eso que muchos lanzadores se quedan al principio del camino o durante sus temporadas, pero por fortuna son bastantes los que logran superar los dolores o fatigas en el brazo o el hombro para que continúe el refrán de que el pitcheo es el 75 por ciento de un equipo de Beisbol.

Todo esto me vino en mente porque hace unos días el buen prospecto de los Diablos Rojos, el derecho Fabián Anguamea, no podía sacar un out en la Liga Mexicana Inverna y parecía que su carrera había llegado a su final aunque solo tiene 23 años de edad y está comenzando en el rey de los deportes. Hace un año fue el pitcher importante para que los Diablos Rojos pudieran ganar la corona de la primera Liga Mexicana Invernal al realizar muy buenos trabajos y aparecía listo para jugar en la fuerte Liga Mexicana de verano. Sin embargo solamente apareció en siete juegos con los Diablos de la liga grande aunque le alcanzó el tiempo para anotarse su primera victoria en el circuito cuando desapareció del equipo escarlata. Y en este invierno había estado tan mal que hasta el domingo pasado mostraba un promedio en carreras limpias increiblemente alto como lo son más de siete carreras aceptadas por nueve innings. El pitcher que lleva el segundo apellido de Fernando Valenzuela y que es nacido en Ciudad Obregón parecía liquidado por el exceso de trabajo pero estaba listo el domingo para abrir el juego y tratar de conseguir una victoria muy importante para el equipo que Diablos-Guerreros que maneja Víctor Bojórquez ya que representaba una barrida sobre el líder Pericos de Puebla y el final a una mala racha que le ha durado bastante a los campeones. Y entonces Fabián Anguamea procedió a realizar su mejor trabajo no solo de la campaña sino posiblemente de su carrera en un juego que los Rojos le ganaron 1-0 al Pericos para completar la barrida y de esa manera volver a la pelea por un lugar en los play offs y tratar de buscar el primer lugar que perdieron hace ya bastante.

Anguamea trabajó ocho entradas de solamente ceros para mantener la precaria ventaja de una carrera.

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