A la caza. Trump reiteró algunas de sus propuestas más duras en inmigración como el fin de las llamadas 'ciudades santuario'.
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, culpó ayer a las políticas del Gobierno de Estados Unidos para mantener las "fronteras abiertas" de la muerte de estadounidenses, atacados por inmigrantes indocumentados.
"Nuestra nación no debe de aceptar la pérdida de ni una sola vida estadounidense porque nuestro Gobierno ha fallado y no ha hecho cumplir las leyes", clamó ayer Trump en un acto de campaña ante cientos de personas en Houston .
El magnate participó ayer en un acto en "El Proyecto de la Memoria", una organización no gubernamental con sede en Houston que trata de llamar la atención sobre las personas asesinadas por inmigrantes indocumentados y pide endurecer las políticas migratorias.
Trump llamó "héroes" a las decenas de personas que se subieron con él al escenario y que en camisetas blancas lucían el nombre o la foto del familiar al que habían perdido por la agresión de un inmigrante indocumentado.