"Las buenas intenciones no te dicen nada acerca de las verdaderas consecuencias."
Thomas Sowell
No sé quién tuvo la idea de invitar a Donald Trump a México. Pero sí sé quién es el ganón.
Quizá el artífice de la invitación fue Luis Videgaray, como lo sugiere el artículo de Silvia Garduño en el Reforma del 2 de septiembre, para mandar un mensaje a las calificadoras de deuda y a los inversionistas de que el gobierno mexicano tiene la capacidad de negociar con cualquiera que llegue a la presidencia de los Estados Unidos. El presidente Enrique Peña Nieto, sin embargo, ha asumido la responsabilidad en una entrevista con Carlos Marín, director de Milenio: "Nadie me recomendó [invitar a los candidatos]. Es una decisión que tomo como presidente de México." El artículo de Reforma añade que la secretaria Claudia Ruiz Massieu se opuso a la medida, pero "la decisión estaba tomada".
El presidente ha declarado en varias ocasiones que "No llegué aquí para ganarme una medalla de popularidad." Quizá. Pero la experiencia nos demuestra que la popularidad es importante para la gobernabilidad. Y la popularidad de Peña Nieto ha venido cayendo.
La última encuesta de Parametría le da al mandatario una aprobación de sólo 22 por ciento en agosto, la más baja desde que esa empresa inició su serie en 2002. Reforma llevó a cabo una encuesta telefónica el 31 de agosto, el mismo día de la visita de Trump, en la cual el 85 por ciento de los entrevistados consideraba que haber invitado a Trump a México era un error y el 72 por ciento decía que la visita debilitó al gobierno de México.
Las encuestas en Estados Unidos, en contraste, apuntan a un fortalecimiento de Trump que coincide con la visita a México. Hillary Clinton venía con una ventaja clara sobre Trump. La encuesta del 30 de agosto de NBC News/SM colocaba a Clinton cuatro puntos delante de Trump. El mismo 31 de agosto Fox News le daba seis puntos sin contar a los candidatos pequeños y dos puntos si se incluían. El 1o de septiembre, en un sondeo realizado todavía antes de la visita, USA Today/Suffolk colocaba a Clinton siete puntos arriba.
A partir de ese momento se ha gestado un aparente cambio de tendencia. Ayer la encuesta de CNN/ORC le dio a Trump una ventaja de dos puntos. Otra encuesta, la de Los Angeles Times/USC, declaró un empate. Una encuesta, la de NBC News/SM, sigue colocando a Clinton delante, con cuatro puntos, pero si se ponen juntos los resultados de los últimos días parece haber un cambio de tendencia que favorece a Trump.
La visita de Trump a México ha dominado la información de los últimos días y parece haber tenido un papel en este cambio de tendencia. Si bien Hillary cuestionó a Trump por haber creado un "incidente diplomático" con México, muchos estadounidenses vieron con agrado a un político que fue a México a confrontarse con un gobierno que ven con desconfianza y que consideran corrupto. Trump ha tomado bien el pulso de una sociedad que se siente invadida y amenazada por inmigrantes. Por eso sus diatribas contra los mexicanos son acogidas con tanto entusiasmo en sus presentaciones de campaña.
Si la idea fue invitar a los dos candidatos, el saldo ha sido otro. Hillary no quiso aceptar ser plato de segunda mesa después de la visita de Trump. Tampoco puede ella presentarse como alguien que favorece a México en un momento de rechazo nacionalista a México entre los electores estadounidenses.
Quizá haya debate sobre quién planeó la visita y por qué. El saldo, sin embargo, es muy claro. Perdieron México y Peña Nieto. El beneficiario fue Trump.
EN LO OSCURITO
Contradice Trump a Peña Nieto y afirma que el presidente no le dijo que México no pagaría por el muro. Ése es el problema de las conversaciones en secreto, como las de Segob con la CNTE. Nadie tiene certeza de lo que realmente se dijo.
Twitter: @SergioSarmiento
