Versión. La presidenta Tsai telefoneó a Trump con base en un 'acuerdo preestablecido' entre ambos.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, minimizó ayer un incidente que causó con China, luego de realizar una llamada telefónica a la mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen.
Como es ya su costumbre, Trump envió un mensaje en sus cuentas de redes sociales, en el que señaló que "la presidenta de Taiwán me llamó hoy para felicitarme por haber ganado la Presidencia. ¡Gracias!".
En un segundo mensaje puntualizó: "Interesante cómo Estados Unidos vende a Taiwán miles de millones de dólares de equipo militar, pero no debería aceptar una llamada de felicitación".
Al parecer esa sería la primera llamada telefónica que mantiene un presidente o mandatario electo de Estados Unidos con un dirigente de Taiwán desde finales de la década de 1970.
La llamada de 10 minutos provocó que el Ministerio de Asuntos Exteriores de China presentará una nota de protesta al gobierno de Estados Unidos después de que Trump habló con la líder de Taiwán, rompiendo el protocolo diplomático.
Estados Unidos rompió relaciones formales con Taiwán desde 1979 y reconoció "una sola China", haciendo a un lado a la isla, que es considerada por el gobierno de Beijing como una provincia en rebeldía.
Sin embargo, el equipo de transición del magnate republicano, en un caso que viola los protocolos diplomáticos, informó que Trump y la presidenta Tsai Ing-wen hablaron vía telefónica de reforzar sus lazos en materia de economía y seguridad.
De acuerdo con la agencia estatal de noticias Xinhua, China instó a Estados Unidos mantener "la cautela y manejar adecuadamente la cuestión de Taiwán para evitar molestias innecesarias a las relaciones chino-estadounidenses".