Apoyo. A pesar de que Trump se enfrentó a senadores de su partido, ahora en el poder pueden ‘limar’ las asperezas.
El multimillonario Donald Trump gobernará durante los próximos cuatro años con un poder casi absoluto, por el apoyo que tendrá de las dos cámaras del Congreso en manos de su partido y podrá recomponer la Corte Suprema de Justicia.
Tanto el Senado como la Cámara de Representantes continuarán bajo control de los republicanos, quienes gracias al empuje originado por Trump pudieron salir victoriosos de una jornada electoral que la mayoría de sondeos habían apuntado sería de pérdidas considerables. "Nuestra mayoría en la Cámara es mayor de lo esperado. Ganamos más asientos de los que alguien pudiera anticipar, muchos de esos es gracias a Donald Trump", dijo el líder republicano en el Congreso, Paul Ryan.
Antes de la elección, la mayoría de las proyecciones apuntaban a la posibilidad de que los demócratas pudieran retomar el control del Senado debido a la precaria situación en que se encontraba un puñado de senadores en estados como Carolina del Norte, Pensilvania, Missouri y Wisconsin.
Aunque la contienda en Nueva Hampshire entre la republicana Kelly Ayote y la gobernadora demócrata Maggie Hasssan continuaba ayer por la mañana sin definirse, el resultado no afectará el dominio de los republicanos, que por ahora retienen 52 asientos contra 47 de los demócratas.
Aunque los demócratas lograron agregar seis asientos a su columna, los republicanos pudieron mantener una cómoda ventaja con el control de 237 escaños contra 191 para los primeros.
El impacto de Trump en el ámbito judicial se manifestará en las primeras semanas de su administración. El presidente electo tendrá además la oportunidad de nominar a uno y hasta dos nuevos magistrados en los próximos años conforme tres de los actuales miembros de la Suprema Corte de Justicia se acercarán a los 86 años de edad durante su gobierno.