Reince Priebus, presidente del Partido Republicano, incluso solicitó ayuda a los hijos adultos del magnate en medio de señales de que la campaña está en problemas. (AP)
La estridencia y beligerancia del candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, han puesto en crisis a su propio partido, en donde cada vez son más las voces de disienten sobre sus dichos y acciones; pero no lo pueden parar.
La frustración de los republicanos alcanzó ayer nuevas alturas mientras los líderes del partido en el Capitolio y en la Trump Tower en Nueva York luchaban por persuadir al candidato presidencial que abandone las tácticas divisivas que han ocasionado su caída en las encuestas y un bajo estado de ánimo general.
Reince Priebus, presidente del Partido Republicano, incluso solicitó ayuda a los hijos adultos del magnate en medio de señales de que la campaña está en problemas.
Priebus y otros aliados de Trump están considerando confrontar directamente al candidato para que tome una estrategia nueva después de una serie de declaraciones alarmantes, como la crítica a una familia musulmana cuyo hijo, un capitán del Ejército de Estados Unidos, murió en Irak, o su negativa a apoyar la reelección del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan.