Hillary Clinton, quien fuera rival de Trump, lideró y ganó en las grandes ciudades del país, pero Trump se anotó los suburbios. (ARCHIVO)
El republicano Donald Trump ganó el proceso de renovación presidencial de este pasado ocho de noviembre, pero lo hizo venciendo en unas elecciones marcadas por la diferencia entre el voto de las grandes ciudades y de las zonas rurales.
Así lo confirma Cristina F. Pereda, del medio español El País, quien hace un análisis geográfico y demográfico del voto hacia el republicano y advierte que este pudo ser un factor clave de su triunfo.
Y es que al concluirse el conteo de los más de 125 millones de votos emitidos por los estadounidenses, el desglose demuestra que el resultado electoral obedece en gran medida al lugar de residencia de los electores.
Hillary Clinton, quien fuera rival de Trump, lideró y ganó en las grandes ciudades del país, pero Trump se anotó los suburbios.
Esto resulta en que el republicano no haya vencido en ninguna localidad de más de un millón de habitantes y que "el resultado en la América rural y la de las ciudades más pequeñas (sea) un lienzo rojo agujereado por un puñado de victorias de Clinton en la costa Este y la frontera con México".
Asimismo, otro factor es la demografía, pues Trump obtuvo sus mayores sumas de votos en condados donde más del 75 por ciento de la población blanca no cuenta con un título universitario.
De igual forma, uno de cada cinco votantes con salarios inferiores a los 30,000 dólares anuales, abandonaron a los demócratas, y dieron su apoyo al republicano.
Finalmente, en cuanto a las mujeres, pese a las críticas que de buena parte de este sector recibió el magnate, en la elección logró agenciarse el 44 por ciento del voto femenino.