'Trumpadas' a un mundo preocupado
Cuando Donald Trump lanzó su campaña presidencial, a mediados del 2015, mucha gente lo tomó a broma. Lo que buscaba este empresario a veces convertido en bufón de los reality shows de la televisión no podía ser más que ganar una fama adicional.
Ninguna experiencia tiene Trump en la administración pública e incluso como empresario sus éxitos son cuestionables. Por otra parte, sus declaraciones parecen cometer el pecado capital de cualquier político: enajenar el afecto de grupos muy importantes de votantes. Desde los mexicanos hasta los musulmanes, pasando por otros grupos de la sociedad, el empresario metido a político ha parecido tener la habilidad de insultar a todo el mundo. Además, sus propuestas simplistas para resolver problemas complejos, como el estancamiento económico, el terrorismo o la migración de México, no han hecho más que generar burlas o poner a temblar a los especialistas.
Para la enorme mayoría de los expertos, sin embargo, fue una enorme sorpresa ver cómo Trump mejoraba su posición poco a poco hasta convertirse en el claro puntero en un nutrido campo de aspirantes presidenciales en el Partido Republicano. Algo hay en la actitud de los ciudadanos estadounidenses, particularmente los simpatizantes del Partido Republicano, que les ha hecho encontrar en Trump un personaje que entienden y por el que estarían dispuestos a votar.
¿Puede realmente Trump llegar a ser presidente de los Estados Unidos? No es fácil, pero tampoco imposible. Una de las razones por las que Trump ha logrado colocarse como el aspirante número uno entre los republicanos es la dispersión de las intenciones de voto entre un número muy grande de precandidatos. El sistema de elecciones primarias, sin embargo, está diseñado para ir filtrando a los aspirantes hasta quedar con unos cuantos al final. Es muy probable que conforme se limpie el campo surja un contendiente con la capacidad de derrotar a Trump.
Hasta ahora, por otra parte, los votantes republicanos han festejado las ocurrencias de Trump. Es muy posible que conforme avancen las primarias esos mismos votantes empiecen a preocuparse por la posibilidad de llevar a una persona desequilibrada a la Casa Blanca.
Por otra parte, queda siempre la elección constitucional. En noviembre el candidato del Partido Republicano se enfrentará a quien postule el Partido Democrático. De momento, la favorita en el campo demócrata es Hillary Clinton, pero aunque no es la mejor posible candidata es muy posible que obtenga muchos votos de protesta ante los temores que genera Trump.
Lo más probable es que en algún momento en el camino este hombre que de hazmerreír ha pasado a ser el 'hazmetemblar' de la política se tambalee y deje de ser una opción viable. Pero pecaríamos de la misma ingenuidad que tuvieron los analistas políticos serios en 2015 si pensáramos que es imposible que Donald Trump llegue a despachar en la oficina oval de la Casa Blanca. En ese caso es difícil saber lo que podría llegar a hacer.
Afortunadamente, Estados Unidos es un país con contrapesos políticos a los poderes de la Presidencia, como la Suprema Corte o el Congreso. Pero no hay duda de que un hombre como Trump podría hacer un daño enorme no sólo a la Unión Americana sino a muchos países vecinos, entre los que sin duda se encuentra México.
Twitter: @SergioSarmiento