El 13 de noviembre hubo un atentado suicida registrado en las afueras del Stade de France. (ARCHIVO)
La UEFA pide a asociaciones nacionales, clubes, fuerzas policiacas y organizaciones responsables de celebrar eventos deportivos no bajar la guardia ante la inminente amenaza terrorista que acecha en los estadios.
"Los riesgos potenciales son demasiado graves. La vida de las personas está en juego, y es nuestro trabajo y responsabilidad garantizar que los aficionados puedan disfrutar de un evento de futbol en un ambiente seguro", afirmó František Laurinec, vicepresidente del Comité de la UEFA sobre seguridad en los estadios.
Si bien la violencia entre aficionados es una preocupación constante, Laurinec reconoce que el terrorismo se ha convertido en tema prioritario.
La alerta fue lanzada en el marco de la conferencia sobre seguridad en los estadios celebrada en Bucarest.
Además, el llamado se produce en la antesala del aniversario de los ataques del 11 de septiembre y en un contexto de incidentes terroristas en Europa, entre otros, el atentado suicida registrado a las afueras del Stade de France el 13 de noviembre.
De acuerdo con un reporte de la consultora británica especializada en riesgos Group 4 Securicor, la amenaza es tanto dentro como fuera de los estadios y proviene de individuos potencialmente armados con armas blancas, automáticas, vehículos o explosivos caseros.
"Un lobo solitario" tiene menos probabilidades de ser descubierto al intentar entrar al estadio, en estos escenarios "la participación de múltiples hombres armados se considera la forma más probable de terrorismo".
La instancia advierte también sobre el posible empleo de métodos más sofisticados, como vehículos aéreos no tripulados y el ciberterrorismo.
Esta vulnerabilidad quedó evidente durante el partido entre Serbia y Albania celebrado en octubre de 2014. El cotejo fue alterado luego de que un drone entrara a la cancha.
El documento sostiene que es muy probable que el uso de métodos de "alta tecnología" tenga lugar en combinación con formas tradicionales de terrorismo; pues el choque deliberado de un avión no tripulado puede desencadenar pánico y "exponer a los asistentes a ataques secundarios con armas de fuego, explosivos o armas blancas".
